-Antes-
Ring-Ring Ring-Ring Ring-Ring
Saco mi mano de debajo de las cobijas he intento apagar
el molesto despertador. Maldigo el día en el que John me hizo comprarlo.
Giro sobre mi mismo o más bien intento hacerlo ya que un
minúsculo brazo está enrollado a mi cintura.
Sonrío para mis adentros al recordar mi placentera noche
anterior con mi socia, esa chica es todo lo que se puede desear al momento del
sexo. Es una maldita trepadora.
Levanto su brazo de mi cuerpo y me levanto de la cama
para ponerme mis bóxers. Tomo mis pantalones y me los calzo también.
Hora de bajar por algo de comer, mi estomago ya está
pidiendo algo.
Al llegar a la cocina me encuentro con mi querido primo
John. Intento no prestarle atención a la enorme sonrisa que tiene plantada en
su rostro y me dirijo al enorme frigorífico.
Al abrirlo no encuentro mucho, solo sobras de las noches
pasadas.
Hago una mueca de asco.
Sigo buscando hasta que al final encentro una pequeña
manzana verde, pero algo es algo así que la tomo.
Al cerrar el frigorífico John está parado ahora frente a
mí.
-Quítate John-digo bruscamente-lo usual-e intento
avanzar, cosa que el impide.
-Tengo una nueva chica me dice-abro mis ojos
completamente, mientras siento adrenalina recorrer mis venas.
-¿Quién es?-pregunto mientras muerdo la manzana.
-Ella me dice-me tiende una foto de una chica hermosa, su
piel es blanca y se nota tersa y fina, sus labios son rosados, muy rosados,
pequeños pero gruesos, provocan querer besarla-Es Elizabeth Johnson- me dice
John, lo ignoro y sigo observando a la chica, unos ojos redondos, grandes y
cafés son adornados por unas largas y negras pestañas.
-Es hermosa-respondo embobado, ¡Joder! Esta chica es
extremadamente linda, aunque, su rostro refleja que es una chica rica,
presumida.
-Lo sé-me responde John quitando la foto de mis
manos-Tiene 19 años, estudia en una universidad del norte de Georgia, el
instituto Grewell.
-Prosigue-digo interesado, ese instituto es muy costoso,
por lo que creo que mi predicción aceptó, una niña presumida.
-Sus padres cuentas cuentan con una fortuna de alrededor
de 356 millones de dólares-¡Joder! Demasiado dinero-Eh incluso la ropa de la
pequeña tarada es más valiosa que tu puta vida Zayn-me echa en cara John.
Una chica completamente inalcanzable, una chica prohíba
para un chico que a su lado, a comparación de ella vive en la completa miseria.
Pero bien claro tengo que la palabra “prohíbo” no existe
en mi diccionario, para mí, prohibido, es hacerlo sin que nadie se de cuenta,
así que usualmente, o más bien, nunca hago caso, siempre consigo lo que quiero,
y esta vez, además de secuestrar a la pequeña Elizabeth, conseguiré una, dos,
tres, cuatro o más noches con ella, de eso estoy seguro, por qué claro, nadie
puede resistirse a mí, suena egocéntrico pero yo lo llamo, tener confianza en
sí mismo.
-¿Qué tanto pasa por tu jodida cabeza?-me preguntó John,
su cara lucía intrigada, él me conoce muy bien.
- Pronto lo sabrás primito, pronto.
Arrojo la manzana al tacho de la basura, subo las
escaleras hasta el cuarto de baño, me despojo de la poca ropa que llevo puesta
y entro a la ducha. El agua tibia me relaja, inclino la cabeza hacia atrás
haciendo que el agua caiga en m rostro. Me doy un baño rápido, no puedo perder
el tiempo.
Al terminar salgo de la ducha y tomo la toalla que cuelga
del pequeño perchero del baño y la enrollo en mi cintura, dejando mi torso
desnudo con las pequeñas gotas de agua deslizándose sobre él.
Salgo del cuarto de baño y me dirijo a mi habitación,
abro la puerta y lo primero que logro ver es a la pequeña puta delgada
colocándose sus pequeñas braguitas rojas de encaje. Su pequeño culo está al
aire y apuntando en mi dirección; comienzo a sentir la sangre acumularse en mi
miembro.
Joder! Ahora no!
Aunque lo intento, o puedo evitarlo, soy hombre y tener
la tentación frente a mí me causa unos grandes inconvenientes. Avanzo a la
chica hasta quedar detrás de ella y coloco mis manos en su cintura, la pequeña
chica pega un salto, pero después suelta una risita, puta! Grita mi subconsciente.
-¿Zayn?-dice la chica utilizado una voz seductora.
-¿Mmmm?...-digo enterrando mi cabeza e su cuello y
comenzando a succionar fuertemente.
La chica comenzó a gemir, impidiéndole hablar, la voltee
y pude observar sus pechos, necesito terminar esto rápido. La tiré a la cama y
tome un condón de la mesita de noche, lo coloqué sobre mi miembro y la comencé
a embestir fuertemente, rápido, como le gusta.
Al terminar solté un gemido insatisfecho, es lo más poco
que he durado con una chica, pero o puedo perder más tiempo, necesito llegar
rápidamente al instituto Grewell, la caza comienza hoy.
-Puedes irte ya-le solté sin más a la chica, se que no le
importa en absoluto que la deseche, ese es su jodido trabajo, está
acostumbrada.
-¿Dónde dejaste el dinero?-me pregunta mientras se viste,
su cuerpo es jodidamente espectacular, cada curva donde se debe y algunos
tatuajes en sus brazos, pelvis y cuello la hace ver sensual.
-En la mesita de la cocina-respondo y comienzo a
cambiarme también, ya o tengo tiempo para otra ducha, tendrá que salir oliendo
a sexo.
Escucho como la puerta principal se cierra indicando que
la chica, creo que de nombre Sophie, sale de mi casa. Bajo las escaleras
rápidamente y subo en mi linda motocicleta.
Mi linda harley va a 50 km/h necesito llegar pronto al jodido
instituto de mierda.
Al aparcar, puedo sentir la mirada de varías chicas en mi
espalda, lo cual me agrada, puedo sentir los susurros llegando a mis oídos como
suaves soplidos, si, es agradable, bastante diría yo, y realmente me agrada.
Busco con la mirada a mi pequeña ayudante del caso, la
linda chica que me ayudará a encontrar a Elizabeth y bueno, a raptarla.
La localizo a unos pocos metros de mí, la linda Samanta,
esa chica es como mi jodida hermana, es de las pocas chicas con las que puedes
habla sin que utilicen la palabra ósea en
cada una de sus frases.
Mi querido Sam es ruda y un poco insoportable, hay
ocasiones en las que pienso que esa chica es lesbiana, es muy machorra, pero
muy agradable también.
Camino directamente hacía ella, se encuentra platicando
con un tipo alto, al tipo se le nota desde lo lejos que es el típico niño pijo
hijo de papi, como odio a esa clase de personas, me hacen querer atarles una
soga al cuello y colgarlos de un árbol yucateco, de esos que miden demasiado.
Mientras camino, escucho los murmureos de las chicas
diciendo cosas como: Oh es tan sexy. Es
jodidamete caliente. ¿Cómos será en la cama? Si, siempre causo esa
impresión en las personas, no es por ser presumido, es por ser realmente
realista.
Al llegar a un lado se de Sam, miro al tipo, lanzo una
especie de gruñido provocando que el chico me mire, en su cara se releja miedo
en cuento sus ojos tocan los míos, jodido
imbécil.
-Sam-digo en modo de saludo.
-Hey Zayn-dice ella mientras me da un abrazo.
-Amm-se remueve incómodo el tipo.
-¿Qué?-suelto molesto mientras Sam se separa de mí.
-Eh, nada-me dice, luego voltea hacía Sa,m-Bueno, un
gusto hablar contigo Sam, me voy, mi novia acaba de llegar.
-Adiós Mike-dice ella.
Mike,
Mike, con que ese es el nombre del infeliz niño pijo.
-Así que, ¿listo Zayn?-me pregunta Sam haciendo que
despeje mi atención de aqul idiota.
-Completamente-digo muy seguro-¿Quién es la chica?
-Pues es justamente aquella-dice mientas su mirada apunta
hacia un lado.
Volteo lentamente hacía mi izquierda, lado que Sam me ha
indicado, y para mi sorpresa, me encuentro a la chica que debería ser Elizabeth
muy abrazada al idiota de Mike.
Volteo rápidamente hacia Sam lanzándole una mirada de
completa confusión.
-¿Qué?-me pregunta Sam haciéndose la inocente- Son novios.
¿Novios? Mi futura víctima y el niño pijo son ¿novios? ¡Joder! Esto solo complica más la
situación.
-¿No me digas que no lo sabías?-me pegunta Sam mientras su
mano derecha se desliza desde su frente hasta tomar su barbilla y luego la
suelta.
Le doy una mirada confirmándole lo obvio, por lo que Sam
hace una cara de frustración.
-Esta bien-dice intentando sonar tranquila, aunque sé que
no lo está-Hay que ir dónde él.
Mientras decía la última palabra movió la cabeza
indicándome a un chico que pasaba por ahí, lo reconocí al instante.
-¿Qué?-pregunté exaltado, no puede ser que ese idiota
también estuviera involucrado.
-Así es-me confirmó Sam-Según me dijo John, él y Elizabeth
se llevan bien y bueno, él nos está ayudando.
El escuchar eso me hizo sentí aliviado, ya estamos unos
pasos más cerca.
Vi como los dos niñitos acaramelados pasaban a nuestro
lado, por alguna razón sentí que la sangre me hervía aunque claro, no le hice
mucho caso.
Localicé una pequeña bolita de motociclistas a unos
cuantos metros, chaqueta de cueto, pantalones gastados bla bla bla, y niño
pijo.
Él.
- Ey
Sam, ahí está el niñito-dije haciendo un leve movimiento con la cabeza.
- Lo
están atacando-dijo ella riendo al ver como lanzaban al niñito de un lado a
otro dentro del circulo-Vallamos antes de que nos dejen sin cómplice.
Asentí.
Caminamos unos cuantos pasos antes de llegar al círculo
de chicos, solo con verlos esos chicos ya me cayeron bien.
-Ey-llamé la atención de los chicos pero principalmente
de uno, un rapado-Déjenlo.
- ¿Por qué lo haríamos?-preguntó el chico rapado.
- Porque yo lo digo-dije autoritariamente.
-¿Y quién mierda te crees que eres?- me preguntó el mismo
chico inflando su pecho a la defensiva.
-Zayn Malik-dije con una sonrisa arrogante.
Sus ojos se abrieron como platos, y claro, Zayn Malik el
famoso vendedor de drogas de ese instituto, el más temido para todos los
estudiantes.
-¿Malik?-preguntó inseguro.
-El mismo al que le debes 1.000 dólares Steve-respondí.
Con esto, el chico se vio asustado y con un leve
movimiento de su maño- más bien una inclinación-los demás chicos de su grupo
dejaron libre al pijo.
- -Recuerda
no jugar con fuego, Steve-dije antes de tomar la manga de la camisa del pijo,
jalarlo y junto con Sam salir de ahí.
Bien, creo que es hora de presentarme, Soy Zain Jawadd
Malik Brannan, tengo 19 años, originario de Bradford, Inglaterra. Me vine a vivir
a Georgia con mi primo hace 3 años, desde que mamá y papá se divorciaron. Si,
mi nombre es Zain, con “i” latina, pero Zayn se ve más genial y rudo por lo
tanto se escribe Zayn para mí.
Nací un 12 de enero de 1993. Mis padres, Yaser Malik y Tricia Brannan. Tengo 3 hermanas, Waliyha, Safaa Malik, además
Doniya, mi hermana mayor.
Crecí en el área de East
Bowling, al sur de Bradford, y estudié en la Fields Primary School y la Tong
High School. Cuando era niño, era un tanto hiperactivo. Incluso en la casa mamá,
solía jugar mucho con su coche.
Cuando era más grande, no
tanto, alrededor de los 13 o 14 años, pasaba la mayor parte del tiempo en mi
computadora escuchando música y cantando solo durante horas.
Sufro acuafobia, pero a
pesar de esto me gustan mucho los tiburones, sobre todo el tiburón martillo. Tengo una amatista colgada a mi cuello, y esta me permite, ¿cómo decirlo? ¿vivir? Si, creo que esa sería la definición correcta.
Comencé a fumar cuando tenía
15 años, no es algo de lo que me sienta orgulloso, pero era una necesidad. En
casa abundaban los problemas, mamá y papá no hacían otra cosa que insultarse y
terminaban lanzándose cualquier cosa que encontraban.
Se divorciaron un poco
después, y junto con mamá y mis hermanas nos mudamos de Bradford a Georgia.
Un gran cambio.
Al llegar aquí ya tenía los
16. Comenzamos desde cero por lo que batallamos mucho los primeros meses con la
comida y la renta de la casa en la que vivíamos en aquel entonces.
Pero luego de un tiempo,
llegó mi querido primo, John.
Recuerdo que ese día estaba
nublado-oh si, demasiada información-acababa de salir de mi pequeño trabajo
vespertino después de la escuela.
Mientras caminaba por la
acera a unas cuatro cuadras de mi casa, es un pequeño callejón divisé a John
hablando con otros tipos.
-Hey Zayn-había dicho el al
verme.
Recuerdo que me acerqué
tímidamente hacía él, él y sus amigos siempre me habían causado miedo, y bueno,
en aquel tiempo era un chico inocente y débil.
Me había acercado a ellos a
paso demasiado lento, mis piernas temblaban.
-Ellos son Mark, Kevin y
Josh-dijo señalando a los chicos que lo acompañaban comenzado por la derecha.
-Hola-dije algo timido,
nunca se me había dado bien el hecho de hacer amigos.
- Mira Zayn-dijo Kevin, el
chico tenía tatuada la mayor parte de su cuerpo. No pregunten-Queremos
proponerte algo.
- ¿Qué?-pregunté.
-Sabemos que la situación
económica de tu familia no está muy bien y bueno, queremos ayudarte en
eso-sonrió hipócritamente Mark.
- ¿Cómo lo haría?- pregunté
interesado.
- Tenemos un pequeño negocio
había dicho Kevin.
-¿Qué tipo de
negocio?-pregunté.
- Secuestro y trafico de
drogas-dijo Josh restándole importancia.
-No están hablando en serio,
¿verdad?- pregunté temeroso.
-Oh claro que si chico-dijo
Mark.
- Y bueno primito, ¿qué
dices?-me había preguntada John.
Y sí, así fue como comenzó
todo.
(…)
Entramos al instituto buscando la oficina del director,
ya que tendría que registrarme.
Iba caminando junto con Sam y Nick informándonos un poco
del caso, es bueno con tener alguien con quien hablar siendo “nuevo” aunque
bueno, soy Zayn Malik, un bombón, quien no querría hablarme.
Zayn!
Escuché un grito proveniente seguramente de una plástica
por su voz chillonamente nasal, pero la pregunta era, ¿cómo sabía quién esa yo?
Voltee mi cabeza lentamente,
casi parecía la película del exorcista cuando la cabeza de la chica gira a 360°
solo que mi cabeza tenía un límite.
Mierda!
Sophie corría hacía mi, sus
senos botaban de arriba abajo aparentando querer salir de su pequeña y ajustado
top, sus brazos se agitan a sus costados.
Escuché un bufido de parte
de Sam mientras murmuraba “Otra puta”. Su
argumente era malditamente cierto.
-Sophie-dije poniendo una
sonrisa falsa y fingiendo alegría cuando ella llegaba a mi lado.
-Zayncito-dijo con su voz
nasal. Como odiaba que las chicas tuvieran esas voces-No sabía que estudiaras
aquí, nunca te había visto.
-Es porque no estudiaba
aquí-respondí.
Plastica! Escuché
decir a Sam dentro de una frigidísima tos.
-Oh, no sabía que las
paredes hablaran-dijo Sophie queriendo insultar a Sam.
-Es porque no soy una pared,
idiota-dijo Sam.
-Como sea-dijo Sophie
agitando una mano como restándole importancia.
-Vamos Zayn, te acompaño a
dónde sea que vayas-dijo Sophie tomando mi brazo.
-Pero yo ya…-intente decir
antes de ser interrumpido por Sam.
-El viene con nosotros dijo
señalando se a ella y al chico a su lada que hasta ahora estaba muy callado.
-Más bien, venía-dijo Sophie
jalándome del brazo y llevándome con ella.
(…)
Caminé con los pasillos con
Sam y el chico una vez que pude librarme de Sophie y volver con los chicos.
-Bueno hasta aquí te
acompañamos nosotros-dijo el chico.
-¿Por qué?-pregunté.
-Porque aquí tienes tu
primera clase con tu chica-dijo Sam guiñándome un ojo en modo burlesco.
-Entonces largo-dijo riendo
mientras lo empujaba.
Unos pasos más y estaba el
aula, mientras caminaba a la puerta pude notar una menuda figura-obviamente de
chica-llegar al salón.
La miré, su cuerpo era
espectacular y su cabello se movía mientras ella caminaba. Podría decir que la
chica camina como Rihanna.
-Ey chico-dijo una voz
masculina.-¿Vas a la clase de la Sra. Stevens?
Revisé mi horario y sí, en
este decía: “Historia. Profa. Sra.
Stevens.” Asentí con la cabeza.
- No ha venido-dijo el desconocido.
-Ah, gracias por decirme-dije.
El chico asintió con la cabeza mientras
desaparecía.
Caminé hacía la chica que ya había
abierto la puerta del salón y su cabeza se asomaba hacía adentro mirando a
todos lados.
-No te molestes en fruncir tu ceño, te saldrán
arrugas-dije una vez que estuve a su lado.
(…)
Así que llevaré a la querida señorita
Johnson a una fiesta. Wow! Fue más fácil
de lo que pensaba.
John estará feliz por esto, es un buen
avance teniendo en cuenta que acaba de conocerme.
Querida Elizabeth, debes de cuidar en qué clase de personas
confías.
Si, y yo no soy de las personas en las
que se puede confiar, no puedes confiarme tu mayor secreto porque si eres mi
próxima víctima lo usaré en tu contra.
Soy Zayn Malik, un secuestrador y
narcotraficante, un gran ejemplo para las personas seguramente.
Si claro, sueña Malik.
Soy la clase de personas que las madres
quieren lejos de sus hijas, soy la clase de personas que no dejarías entrar a
tu casa, soy la clase de persona que si la vieras mendigando por la calle no
ayudarías, pero yo lo decidí así, pude decir que no y por supuesto no lo hice,
yo lo decidí, yo decidí ser Zayn Malik, el narcotraficante, Zayn Malik el secuestrador,
lo que no pude decidir fue ser primo del famoso John Malik.
(…)
Al terminar las clases subí de vuelta a
mi motocicleta, mi próxima parada no era precisamente a casa de John, si no a
casa de mi madre, tenía que llevarle en dinero del mes.
Mamá pensaba que su querido hijo
trabajaba en el taller de motocicletas de John <<Taller que no
existe>> pero necesitaba decirle algo.
Debo admitir que al principio me constó
hacerle creer a mamá que un taller podía darme tantas ganancias, pero tuve que
decirle que el taller era muy bueno y que era uno de los más famosos por
nuestro trabajo, el famoso y falso “Taller de los Malik”.
Al llegar a casa de mamá y bajar de mi
motocicleta, camino por el estrecho camino de piedras de la entrada, puedo
notar el olor a galletas recién hechas, las galletas de mantequilla que hace
mamá, siempre me han encantado.
Saco la llave del bolsillo trasero de mi
pantalón, y la introduzco en la cerradura de la puerta, giro el pomo, para ver
la hermosa casa de mi madre.
No es lujosa, pero tiene marcada la
palabra hogar en todas partes. En cuento pones un pie dentro puedes sentir la
paz que emana esa casa. Es impresionante.
Entré y quité mi chaqueta de mi cuerpo
para colgarla en el perchero que está a la derecha.
Logro ver a la pequeña Safaa bajar por
las escaleras. Mira hacia abajo pero en cuanto sube la mirada y me ve, todo
cambia.
Corre hacia mi alzando sus brazos
pidiendo que la cargue. La levanto del suelo mientras doy vueltas con ella,
pero tropiezo con mi pie izquierdo haciéndonos caer en la alfombra a los dos.
Por suerte la pequeña cae sobre mí.
Veo a mamá salir de la cocina mientras
se limpia las manos en el delantal.
-Qué es ese ruido?-pregunta, pero cuando
sus ojos nos vean a mí y a Safaa en el suelo, grita nuestros nombres y corre a
ayudarnos.
Una vez arriba me abraza y comienza mi
tarde en casa de mamá.
(…)
Regresé a casa de John a eso de las 8:30
pm. Como siempre la casa estaba vacía.
Subí directamente a mi habitación, me
despojé de mi ropa quedando solo en bóxers y me recosté en mi cama.
Pensaba en los acontecimientos del día,
en como conocí a la bella Elizabeth, en la fiesta, en mamá, en mis hermanas,
todo eso hasta que caí en brazos de Morfeo.