sábado, 21 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 13

- Antes-

Subí a la habitación y al entrar a ella, recordé el por qué de mi temor a la obscuridad. La habitación lucía completamente escalofriante. No se registraba mucha luz, lo cual es extraño. Busque por toda la pared, la toquetee toda hasta encontrar el bendito interruptor. Cuando al fin conseguí encender la luz, lancé un suspiro de alivio. Me senté en la amplia cama e intenté relajarme un poco.

No pasó mucho tiempo, pero logré escuchar unos pasos acercándose a la habitación, después, la puerta se abrió dando paso a él, a Zayn. Y, por más enojada y decepcionada que estuviera, no pude, evitar verlo de nuevo. Mi mirada parecía un escáner, registrando cada parte de su cuerpo, de su rostro, hasta el más escondido detalle.

Zayn se acercó a paso lento, me miró, sonrió y me indicó que me parara. Lo hice.

- Hola, linda- dijo mientras me tomaba la mano y me daba un fuerte tirón haciendo chocar nuestros cuerpos.

Mi cara de confusión debió ser bastante notoria ya que Zayn preguntó que sucedía, el no reírme en su cara me resultó muy difícil debo decir.

- Zayn, tienes novia- le dije separándome de él.
- Eso no te importó hace unas horas- dijo el muy cínico.
- Era porque hace unas horas no sabía que la tenías- dije.
- Vamos, ella no tiene por qué enterarse- dijo intentando acercarse a mí de nuevo.
- ¡Existen tres tipos de basura, Zayn Malik!- dije histérica- ¡La orgánica, la inorgánica y tú!
- Pero a ti, como a toda perra, te gusta revolcarte en la basura- dijo sonriendo, lo que le propino una buena bofetada de mi parte.

Su cara de sorpresa fue completamente épica, aunque creo que a nadie le gustaría ver cómo se tornó después. Parecía un maldito asesino, en ese momento creí que él iba a matarme.

- Chiquita- dijo él tomándome por las muñecas.
- ¿Me dices a mí o te las estás mirando?- pregunté burlona, consiguiendo que el agarre se apretara aún más.
- No estoy para juegos de niña pija- dijo acercándose.
- ¿Crees acaso que yo sí?- pregunté.
- ¡Joder!- exclamó.

Me lanzó a la cama con tanta brusquedad que puedo jurar que escuché mi espalda tronar. Se subió sobre mí y me sujetó ambas muñecas con una mano, mientras que con su otra mano libre, me dio una bofetada.

Apretó el agarre de mis manos y fundió su boca con la mía, fue un beso salvaje, mordisqueaba mis labios cada vez que tenía oportunidad, podía sentir el sabor metálico en mi boca. Su mano libre comenzó a bajar por mi cuello y siguió bajando hasta acunar mis pechos, apretaba y moldeaba bruscamente, sentía cómo si en cualquier momento arrancaría un trozo de mi piel.

Su mano siguió bajando y levantó la falda del vestido, subió y, movió mis bragas. Mezcló sus dedos en mi interior y apretó mi clítoris, tocaba bruscamente, introdujo, sin sensibilidad alguna tres dedos en mi feminidad. Grité, no de placer, dolía, dolía mucho. Mientras me penetraba con sus dedos, bajó su boca por mi cuello. Paró.

¡Gracias a Dios!

Aunque, mi alivio no duró mucho, de un tirón rasgó mi vestido junto con mis bragas y, se desnudó.

Lo que pasó después es lo más doloroso, repugnante y humillante que me ha sucedido en la vida, él, Zayn Malik, me violó.


(…)


No puedo creerlo, ¿por qué me tiene que suceder todo esto a mí? Es jodidamente aterrador. En este momento estoy en la bañera, intentado eliminar todo rastro de Zayn Malik de mí, es humillante.

¿Qué mierda hice yo para merecer semejante tortura? Zayn Malik es la persona más repugnante del mundo. Mis ojos comenzaron a moverse alrededor del cuarto de baño, nada aquí, nada allá, ¡perfecto!

Me estiré y salí de la bañera, me dirigí al pequeño lavamanos y lo tomé, era un trozo de metal, un poco oxidado pero, serviría de algo. Lo observé por largos y los que parecieron eternos segundos. No era la primera vez que intentaría hacer esto, pero si, era una de las veces en las que más razón tenía para intentarlo.

Lo acerqué a mi brazo, a mi muñeca derecha, lo pasé a lo ancho de esta, el metal dejó una marca blanca, lo que significaba que tenía filo, bien. Lo acerqué de nuevo, solo que esta vez un poco más arriba, dónde unas hileras largas y azules conocidas como venas se notaban en mi piel. Coloqué aquel trozo sobre ellas, apreté, mi piel se notaba hundida en este momento, apreté más y, moví el metal. Dejó una profunda cortadura. Lancé un chillido de dolor y el metal cayó de mis manos, solo atiné a escuchar el estruendo que hizo al caer y chocar contra las baldosas. Después del metal, lo que cayó fue mi cuerpo.

La sangre no paraba de salir de la herida, no paraba. ¡Joder! ¿Qué mierda he hecho? Comencé a sentir mareos, los objetos a mi alrededor comenzaron a tornarse borrosos y entonces, cuando mi vista se tornaba negra, escuché como alguien abría la puerta.

- ¡Oh, mierda!- gritaba.


(…)


Mis ojos no daban paso a lo que veían, ella yacía en el suelo con un charco de sangre alrededor de su muñeca. ¿Qué ha hecho? ¿Qué he hecho? Corrí hacia dónde ella estaba y me dejé caer a su lado. La tomé en mis brazos, su rostro estaba más pálido de lo normal y su piel cada vez se tornaba más fría al tacto. Al tomarla e intentar levantarla, su cabeza se movió hacia atrás llevándose todo el peso con ella y haciéndonos a Elizabeth y a mí regresar al suelo.

Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro, estoy asustado maldita sea. La desesperación comenzó a llenarme, no tengo idea de que se hace en estos casos.

- ¡Ayuda! ¡Ayuda!- comencé a gritar, histérico.

Pasos se comenzaron a escuchar por las escaleras y la cara de sorpresa de John fue épica, aunque, no es momento de burlas. Corrió a mi lado, su rostro mostraba preocupación. Como si de una pluma se tratara tomó a Elizabeth del suelo y la levantó, me sentí celoso en ese momento, ella era mía.

Stella caminó hacia mí y me ayudó a levantarme.
- Tranquilo- me susurró.

Pero me era imposible permanecer tranquilo cuando Elizabeth estaba en peligro. Ella no puede morir, simplemente no puede. Si ella muere, una parte de mi muera también, o tal vez, yo muero junto con ella.




Mensaje secreto: “Has despertado en mi una parte que conocía o que al menos no esperaba volver a ver.”

lunes, 16 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 12.

-Después, consecuencias-


Si de verdad todo tiene un precio... ¿A qué precio debo pagar mis sentimientos? ¿A qué precio mis esfuerzos? ¿A cuánto mi solidaridad?
¿El precio es sentir que eres la más estúpida e inocente de todas?

Siento como si todo mi mundo se viniera abajo y es que, es mi culpa, totalmente mía, y, una de las cosas de las que más me arrepiento es de haberme dejado pintar por él, y no una simple pintura, sino, de haberme dejado pintar…desnuda.

Y sí, fue la peor estupidez, bueno, tal vez no la peor pero sí, una de las más malas. Y aún recuerdo ese día como si hubiese sido ayer.

Corría por los amplios pasillos de aquella casa en las que estaba recluta, John había dejado la casa por unos meses y, Zayn estaba a cargo, siendo yo, su “novia” pasaba todo el día con él. Me encontraba huyendo de él ya que quería pintarme, pero yo no quería hacerlo.

- Anda Elizabeth, solo es una pintura- decía él a mis espaldas.
-No quiero Zayn.
- Princesa, no es nada malo- me decía.
- Pero no quiero que los demás me vean desnuda- había dicho.
- Solo la podremos ver tú y yo, lo prometo- me dijo.
- ¿Lo prometes?- pregunté dejando de correr y dándome la vuelta para mirarlo a los ojos.
- Lo prometo- había dicho mientras se acercaba a mí para después unir nuestros labios.

Y así de fácil Zayn me había convencido, así de fácil me había dejado pintar y como pude suponerse, ese cuadro no fue solo visto por mi y Zayn, sino que él muy infeliz lo vendió a una empresa de arte- perteneciente a un amigo de él- y la pintura quedó publicada y vista por miles de personas.

¡Joder!

Cabe decir que la sala de interrogación no es el mejor lugar para recordar y ponerse a llorar por estas cosas, pero todo se siente tan reciente y doloroso, levanto mi mirada hacia la luz blanca del foco colgante que ilumina la habitación, esa luz me marea, últimamente estoy muy sensible y sé perfectamente el por qué.

Inconscientemente recuerdo, tan triste pero a la vez tan doloroso. No puedo creer que esto me esté pasando a mí. Hace unas semanas que me he enterado y, verdaderamente fue una noticia devastadora que no hizo más que empeorar mi estado de ánimo.

Claro está que Zayn no sabe nada, ni tampoco lo sabrá, no quiero que él se enteré de que padezco esta enfermedad, no quiero que sepa que tengo leucemia. Y vaya que es una noticia impactante, yo no me la esperaba, dudo que alguien alguna vez se espere este golpe de la vida. He comenzado mis tratamientos hace unos días, debo aceptar que en un principio me negaba a realizarlos pero con ayuda de Max, que me ha convencido de intentarlo, lo he comenzado.

Por cierto, Max es solo un amigo, no hay nada que suponer.

Me estremezco cuando escucho el ruido de la puerta abrirse, levanto la mirada y lo veo ahí, es él y después de estos meses está de nuevo frente a mí, es Zayn.

(….)

La veo ahí tan hermosa como siempre, solo que ahora luce un poco demacrada, me siento culpable al instante; su maquillaje está corrido, y su rostro luce como si de un zombie se tratara, ¿qué le sucede a mi chica? Camino hasta posicionarme frente a ella, su mirada no deja la mía en ningún momento; sonrío y me agacho a su altura.

- Princesa- dijo en un suspiro.

Sus ojos se entristecen, se llenan de agua y las lágrimas comienzan a salir de sus ojos. Siento mi corazón achicarse, ¿qué diablos le he hecho? Observo cómo está temblando y, también me doy cuenta de la palidez de su piel, de las ojeras en su rostro y de su sonrisa triste. La abrazo contra mí. Ella se estremece.

Siento como sus delicadas manos me empujan hacia atrás. La miro a los ojos y noto ahora una furiosa mirada; asusta.

- ¿¡Pero quién te crees que eres!?- me grita.
- Ammm… ¿Zayn?- respondo inocente.
- Pero si eres un idiota- me ataca- ¡No quiero verte nuca más!
- Eh tranquila- digo- ¿Cómo llegamos a esto?
- ¿Acaso no recuerdas, Zayn?- me pregunta con sarcasmo y yo niego con la cabeza- Bien, yo te lo recordaré......


Mensaje secreto: "Y volvemos al pasado para entender nuestro presente y evitar dañar el futuro."

jueves, 12 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 11

-Antes-

Elizabeth:


Salí de la habitación y, al divisar las escaleras me dispuse a bajarlas. El vestido es demasiado ajustado, ni siquiera puedo caminar sin sentir que se me sube hasta el culo. Al llegar a la planta baja puedo ver a las chicas con las que estaba ayer, antes de, de follar con Zayn. Pero, no son solo ellas, hay varias chicas más. Logro ver al tal John, muy sonriente y su sonrisa me perturba. A su lado, está Zayn, luce magníficamente guapo, pero, algo que llama mi atención es el par de chicas que tiene a ambos lados y a las cuales, les está tomando las manos.  Frunzo en ceño.

- Rápido linda- me indica John.

Paso por su lado y él pone su asquerosa mano en mi trasero, palmeándolo fuertemente, doy un saltito. Escucho como se ríe estrepitosamente y le susurra a Zayn: “Está buena”. ¡Joder!
Me coloco junto a una rubia oxigenada, no es por nada pero su piel es morena, muy morena y, el cabello rubio no le queda bien en lo absoluto. La chica me mira de pies a cabeza y ríe. ¿Pero qué carajos? ¿Qué no te has visto a ti misma? ¡Puta!

Llevo mi atención a Zayn, el cual, me está mirando atentamente. No puedo evitar ponerme nerviosa y por consecuente siento como mi rosto se tiñe de rojo, me he sonrojado.
Observo como John tomaba a una de las chicas que Zayn tenía de las manos, tomó a la rubia, para ser exacta y dejó a Zayn con una morena de ojos esmeralda y piernas de flamenco, John junto con la rubia dio unos cuantos pasos al frente, aclaró su garganta.

- Bueno perras-dijo- Se preguntarán que mierda sucede aquí, pero no soy yo quién les dará esa información sino Zayn.

Miro a Zayn y lo noto titubear ante la mención de su nombre, le da un notable apretón a la mano de la morena y ésta le sonríe, una sonrisa totalmente hermosa y fresa que me hace gruñir, ya hasta parezco perro.

- Bien- dice Zayn desde su lugar, pero John le indica que se acerque, él lo hace- Están acá porque quiero que conozcan a esta hermosa chica, su nombre es Stella y será su vigilante en turno por las noches.
La chica sonríe, y triunfante añade- Soy su novia.

Me quedo paralizada en mi lugar y siento como la sangre abandona mi rostro, hacía menos de veinticuatro horas que me había acostado con él y resulta que tiene novia, ¡Por Dios! Soy una cualquiera. Tantos años odiando a las chicas que se prestaban para que él chico engañara a su chica y ahora, yo soy una de ellas.

Y es que él es un misterio envuelto en sensualidad, protegido con cadenas de deseo y rematado con un afilado lazo de peligro. Es de ese tipo de chicos que, con tan solo verles a lo lejos sientes como tu corazón se acelera y tus ojos se mueven de manera automática a dónde él está y, cuando logras verle, no puedes apartar tu mirada. ¿Quién no se sentiría atraída por Zayn? Creo que, hasta las, lamentablemente, personas ciegas sentirían ese grado de atracción.

Pero, todo el mundo miente, sin excepciones.

Maldita sea, fui tan jodidamente estúpida, me doy vergüenza. Siento como mi vista se nubla, pero, no quiero llorar, tengo diecinueve años, no me quiero mostrar débil y mucho menos frente a ellos.

La morena de nombre Stella está prácticamente colgada del brazo de Zayn, veo como ellos se acercan y, sucede lo predecible, se besan. Escucho un bufido, dirijo mi vista hasta la dueña de este y la morena del cuarto; tiene el ceño fruncido y sus ojos lagrimean. Sale corriendo de la sala.

Quedo estupefacta en mi lugar aunque, mis piernas tiemblan y siento que en cualquier momento voy a caer. Pero, no tengo por qué sentirme así, él y yo no somos nada.

¿A quién engaño? Que no seamos nada no quiere decir que no pueda sentir nada. Y es que, no soy de piedra, también tengo sentimientos y en este momento me siento usada.

¿Quién me manda a ser tan malditamente ingenua?

- Así que chicas-interrumpe Zayn mis pensamientos- Quiero que la obedezcan, el pasado, pasado y ahora es el presente.

Me mira, lo miro, él sonríe, yo lo ignoro; él baja la cabeza, yo la mantengo el alto, él tiene novia, yo estoy dolida, él es un secuestrador y yo soy su víctima.

Y es que dos miradas y media sonrisa, y yo ya estaba enamorada. Todos los días él se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón? Y es que cuando el corazón conoce por primera vez aquello que todos llaman amor, dejas de ser ese “tú” y comienzas a tener esos comportamientos extraños, esos estúpidos celos y comienzas a ser ese “yo”, el que tiene problemas y que se convierte en un idiota, pero, según me han dicho así es ser estar enamorada.

Y mí querido Zayn ha despertado en mí una parte que conocía o que al menos no esperaba volver a ver.

- A sus habitaciones- dice o más bien ordena Stella.

Todas obedecemos casi de una manera robótica, da miedo, asusta. Y acá es cuando me doy cuenta de que no hace falta conocer el peligro al que te expones para tener miedo, sino que, los peligros futuros, lo que no conoces, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

Siento como toman mi brazo, subo mi mirada y encuentro el rostro de Zayn, él está sonriendo.

- Espérame despierta-dice y me suelta.

Suelto un bufido, ¿pero quién se cree que es? ¿Cómo puede decirme esto después de anunciar que tiene novia? Pero no estoy frustrada por eso, sino porque sé que lo esperaré, sé que lo haré y maldita sea, en estos momentos es dónde no me agrada ser de las personas que no saben guardar mucho rencor.





Mensaje secreto: “Y mientras las almas son arrulladas por el deseo, los corazones son destrozados por el dolor y, los ojos son cegados por las mentiras”. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 10

-Antes-


Elizabeth: 

Todos hacemos cosas de las que luego nos arrepentimos. Y, este es uno de mis más grandes errores. ¿En qué cabeza cabe acostarse con tu maldito secuestrador? Claro, en la mía. Y es que, estaba completamente cegada, no tenía idea de lo que hacía, no tenía idea de lo que él podía provocar en mí, esas malditas sensaciones, ese rápido palpitar de mi corazón y todo esa adrenalina subiendo por mis venas.

Abro mis ojos temerosamente, mi vista está nublada pero, poco a poco se fija en el techo. Una vez que mis ojos tienen un punto de enfoque, volteo. No hay nadie a mi lado. Lanzo un suspiro creo que de alivio, aunque, no me hubiera molestado si Zayn siguiera aquí, bueno, más bien me hubiera asustado.

Pero, se sintió tan malditamente bien, tan único, se sintió tan correcto. Y, sé que puede serlo todo menos correcto, pero, no puedes decidir que sentir. Y ahora, estoy más confusa que antes, porque, aunque sé que esto no debe ser no puedo evitar sentir este manojo de nervios. Y es que, ¡maldita sea! Esto es demasiado.

Me siento en la cama y envuelvo mi cuerpo con la fina y tersa sábana que me cubre. Está fría, tan agradablemente fría que hace que mis vellos se ericen. Mi mirada busca y ¡Bingo! Encontré la puerta de baño. Me levanto de la cama y me dirijo directamente ahí.

Entro y, observo la construcción. Una enorme tina reposa en la esquina derecha, es de mármol blanco y, sus llaves son doradas al igual que las patas que la sostienen. Es un cuarto de baño hermoso, las decoraciones son minúsculas pero, hermosas.

Me dirijo hasta la tina y abro las delicadas llaves, regulo el agua que se depositará en esta, a los lados, se encuentras algunas sales de baño junto con el jabón y una esponja blanca. Quito la sábana de mi cuerpo, dejándola caer, ahora, estoy desnuda. Sumerjo primeramente mi pie derecho, dejando que el agua llene mis sentidos, lo sigue mi pie izquierdo y ya estoy dentro; me siento en la tina y dejo que el agua me relaje.

Tomo la esponja, la mojo y repito el proceso con la barra de jabón, froto el jabón contra la esponja haciendo espuma, dejo la barra de lado y, comienzo a enjabonar mi cuerpo. Comienzo por mi cuello, deslizando la esponja lentamente por toda la extensión de este, sigo bajando por mis pechos, siguiendo su forma, dejando que la espuma los llene, bajo por mi vientre y, la estructura rasposa de la esponja me hace cosquillas, rio. Comienzo a enjabonar mis piernas, lentamente, arriba y abajo, doy paso a mis pies, lavo entre los dedos. Una vez que mi cuerpo está completamente limpio, dejo que el agua de la tina salga y, cambio de lugar.

Salgo con cuidado y me dirijo a la regadera de al lado, ahora, lavaré mi cabello. Entro con cuidado y repito el proceso anterior con el agua, la regulo. Tomo entre mis manos el frasco de shampoo que reposa en una repisa de mármol, lo abro y vierto un poco de su contenido en mis manos. Un líquido rosa pálido y frío se desliza. El color me hace recordar el vestido que llevaba puesto la noche del secuestro, me estremezco. Coloco el shampoo en mi cabello y masajeo suavemente, creando una espesa espuma. Hago peinados locos con mi cabello, lo enredo y muevo de un lado a otro, cuando creo que es suficiente, enjuago.

Dejo que la lluvia artificial corra por mi cuerpo mientras me doy la libertad de pensar. ¿Qué estará sucediendo ahora? ¿Me buscan?

Salgo de mis pensamientos por el sonido de la puerta de la que creo es mi habitación cerrarse. Cierro las llaves. Tomo la toalla y la envuelvo alrededor de mi cuerpo. Salgo del cuarto de baño, temblorosa. Miro a ambos lados antes de salir completamente, no localizo a nadie, solo localizo un bonito vestido rojo en mi cama, a los pies de esta están unos altísimos zapatos de tacón negros. Me acerco y, logro ver unas cuantas joyas sobre el bien doblado vestido, y también, a la derecha está un conjunto de ropa interior negra, con encaje. La tomo y observo, ¡Santo Dios! Las bragas son ¡Transparentes! Observo el sostén y es, adivinen que, normal.

No me queda otra opción que calzarme la ropa así, como está. Cuando estoy por calzarme el vestido, una note cae de este, me agacho y la tomo.

“Alístate linda, que te presentaré al resto”

La nota no tiene remitente, pero, supongo que es de Zayn. Involuntariamente una sonrisa se posa en mis labios.







Mensaje Secreto: “El cosquilleo, son millones de abejas creando su panal de miel dentro de ti, si una te pica, debo informarte, estás enamorada”. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Prohibited-Capitulo 9

-Antes-

Elizabeth:

¿Qué hago aquí?

Permanecí sentada en silencio y a obscuras, mis manos tiemblan, no sé qué diablos sucede. Escucho la puerta abrirse y observo una sombra trasladarse desde la puerta hasta dónde yo estoy. Es un chico, lo sé porque logro distinguir su musculatura, alto, delgado, al parecer es el tal John entra a la obscura habitación. Asustada, miro hacía todos lados menos a su rostro. Se acerca, demasiado para mi gusto. Me observa detalladamente y sonríe.

Es muy apuesto, debo de aceptar, pero su sonrisa me da nauseas, no porque sea fea, sino porque es una sonrisa maliciosa, repugnante. Volteo la cara a mi derecha, pero, creo que no fue una buena ya que, su callosa mano toma mi rostro y lo gira, dejándonos frente a frente.

- Hola hermosura-dice, su voz es grava y varonil.

No respondo y él sonríe.

- Chiquita-dice
- ¿Me dices a mí o te las estás mirando?- contesto bruscamente.

Su sonrisa se amplia.

- Puedes estar segura de que te digo a ti, porque pequeña no la tengo y cuando quieras te lo demuestro- dice tan tranquilamente que me causa aún más asco.

Dios, ¿dónde me he metido?

- Soy John- se presenta- John Malik.

Primo de Zayn.

- ¿Qué hago aquí?
- Linda, pensé que eras más inteligente y ya lo sabías- dice- Estás secuestrada.

¡Diablos!

En toda mi vida, estar secuestrada nunca apareció en mis planos, y ahora, lo estoy. Estoy hecha un lío, un maldito y desastroso lío de mierda, completa y pura mierda.

- ¿Por qué estoy aquí?- me animo a preguntar.
- Lo sabrás pronto- dice.

Se da vuelta y se retira, dejándome en la obscuridad a la que tanto le temo. A los pocos minutos entra Zayn, tiene el ceño fruncido y una cara de fastidio terrible. Sin decir palabra me desata y me saca del cuarto tomando fuertemente mi brazo derecho.

Camino junto con él por toda la extensión del amplio pasillo fuera de la habitación. Su ritmo es muy rápido. Me dirigí de nuevo a la habitación en la que desperté. Abre la puerta y entra junto conmigo. Me besa.

No un beso lindo, no un beso lento, sino, un beso salvaje, hambriento, desesperado; enreda sus manos en mi cabello y yo, estoy tensa, parada, respondiendo su beso con tanta intensidad que yo misma me sorprendo. Imito su acto y enredo mis manos en su sedoso cabello; el tira de mi cabello hacía atrás llevando mi cabeza junto con él dejando paso libre a mi blanco cuello. Sus besos se deslizan desde mi boca hasta mi cuello y, yo se lo permito.

No sé qué mierda estoy haciendo, estoy en transe y este transe me gusta tanto que, asusta. Regresa su boca a la mía con un húmedo beso. Toma mi cintura con sus manos, apretándome contra él, jadeo. Siento su creciente erección en mi vientre, la adrenalina está subiendo por mis venas. Sus pulgares de introducen por debajo de mi blusa y comienzan a trazar pequeños círculos, deliciosos y calientes. Siento la excitación en mis venas.

Bajo mis manos, por sus hombros, sus brazos y las llevo a su cintura, donde, tomo las puntas de su camisa y comienzo a subirla, él, sin romper el beso, levanta sus musculosos brazos, dejando sacar su camisa. Una vez que ésta está en el suelo, el procede a hacer lo mismo con la mía. Se separa de mí y me observa; mi sujetador de encaje blanco es, ahora visible para sus masculinos ojos, ferozmente, regresa a mi boca.

Sus besos son tal salvajes y húmedos, tan delicados y buenos que, malditamente no puedo parar. Me toma las piernas y me hace enredarlas en su cadera, después, me pega a la pared. Sus manos masajean mis muslos de arriba abajo, siento su erección palpitante contra mí.
Toma mis piernas, aún unidas a sus caderas y me hace sujetarme de su cuello, me lleva hacía la cama. Me deposita ahí sin anda de delicadeza-aunque no la esperaba, un poco de ella no hubiera estado mal- y se sube encima mío.

Sus besos van desde mi boca hasta mi cuello, se detiene en la cima de mis pechos. Me mira a los ojos, sus ojos lucen obscuros, deseosos,  mientras, no tengo idea de cómo luzco yo, la idea de parecer desesperada me avergüenza y me sonrojo. El sonríe.

Me levanta de la cama, y me coloca a horcajadas sobre él, lleva sus manos hacía mi espalda y desabrocha mi sujetador, dejando mis pechos libres. Me mira de nuevo y su mirada es tan deseosa que me pone nerviosa. Me besa, otra vez. Y, de nuevo, mis manos van a su cuello, y de nuevo, sus besos bajan a mi cuello, pero, esta vez hay algo diferente, sus besos no paran ahí, sino que siguen bajando hasta mis pechos, dónde, toma uno de mis pezones y lo introduce a su boca, chupa, muerde, aprieta y saborea, siento el dolor, pero no parece dolor en lo absoluto, el placentero, delicioso.

Al soltarlo, repite el procedimiento con el otro, estoy jadeando. Baja sus hambrientos besos por mi vientre, sigue bajando pero se detiene ya que hay un impedimento, mis pantalones. Los desabrocha con una agilidad impresionante, mis mojadas bragas están a la vista, ¡joder, que vergüenza! Y no es que no lo haya hecho antes, solo que, es extraño.

Se deshace de mis bragas dejándome completamente desnuda, me mira y sonríe, de nuevo. Se deshace de sus últimas prendas también, quedando como resultado, ambos desnudos.

¡Dios!

Su miembro es enorme, no sé como haré que eso entre en mí. Al descubrirme mirándolo sonríe tan jodidamente caliente que me mojo aún más. Se acerca  paso lento y se posa sobre mí, besa mi boca, y pasa hasta mi vientre, baja su boca y besa mi zona, por sobre ella, delicado. Me mira a los ojos.

- Eres tan hermosa- dice, su voz suena tan grave, tan excitada.

Toma su pantalón, introduce la mano en su bolsillo trasero del cual extrae un pequeño sobre gris, un condón. Lo abre y tira el paquete al suelo, se lo coloca y sube de nuevo a la cama. Dirige su miembro a mi entrada, una vez ahí, introduce la punta, gimo. Empuja más, gimo aun más fuerte, más, vuelvo a gemir, más, está en su totalidad y grito. Comienza a moverse haciendo círculos, levanto mis caderas siguiendo su profundo ritmo, acelera sus embestidas mientras graves gemidos se escapan de sus entreabiertos labios.

Va rápido, tan placenteramente rápido, sus manos acarician mis pechos, cierro los ojos, estoy cerca, nuestras bocas están fundiéndose en un salvaje beso, nuestras lenguas danzan y para mí, es como si todo a nuestro alrededor no existiera, como si solo fuéramos él y yo, como si no hubiera nadie más y como si no estuviera secuestrada.

Entonces, regreso a la realidad, estoy secuestrada, él es mi secuestrador. Y mientras abro mis ojos de golpe, queriendo separarme, rebobinar y evitar esto, pero ya es demasiado tarde y mi grito me ensordece, mis jadeos me asustan y el más intenso orgasmo me atrapa. Me quedo inmóvil, segundos después el cae sobre mí, me abraza, me besa en los labios, y cierra los ojos.


Juro que quise apartarlo, pero estaba demasiado cansada para hacerlo, el morfeo me acunó en sus brazos.