sábado, 21 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 13

- Antes-

Subí a la habitación y al entrar a ella, recordé el por qué de mi temor a la obscuridad. La habitación lucía completamente escalofriante. No se registraba mucha luz, lo cual es extraño. Busque por toda la pared, la toquetee toda hasta encontrar el bendito interruptor. Cuando al fin conseguí encender la luz, lancé un suspiro de alivio. Me senté en la amplia cama e intenté relajarme un poco.

No pasó mucho tiempo, pero logré escuchar unos pasos acercándose a la habitación, después, la puerta se abrió dando paso a él, a Zayn. Y, por más enojada y decepcionada que estuviera, no pude, evitar verlo de nuevo. Mi mirada parecía un escáner, registrando cada parte de su cuerpo, de su rostro, hasta el más escondido detalle.

Zayn se acercó a paso lento, me miró, sonrió y me indicó que me parara. Lo hice.

- Hola, linda- dijo mientras me tomaba la mano y me daba un fuerte tirón haciendo chocar nuestros cuerpos.

Mi cara de confusión debió ser bastante notoria ya que Zayn preguntó que sucedía, el no reírme en su cara me resultó muy difícil debo decir.

- Zayn, tienes novia- le dije separándome de él.
- Eso no te importó hace unas horas- dijo el muy cínico.
- Era porque hace unas horas no sabía que la tenías- dije.
- Vamos, ella no tiene por qué enterarse- dijo intentando acercarse a mí de nuevo.
- ¡Existen tres tipos de basura, Zayn Malik!- dije histérica- ¡La orgánica, la inorgánica y tú!
- Pero a ti, como a toda perra, te gusta revolcarte en la basura- dijo sonriendo, lo que le propino una buena bofetada de mi parte.

Su cara de sorpresa fue completamente épica, aunque creo que a nadie le gustaría ver cómo se tornó después. Parecía un maldito asesino, en ese momento creí que él iba a matarme.

- Chiquita- dijo él tomándome por las muñecas.
- ¿Me dices a mí o te las estás mirando?- pregunté burlona, consiguiendo que el agarre se apretara aún más.
- No estoy para juegos de niña pija- dijo acercándose.
- ¿Crees acaso que yo sí?- pregunté.
- ¡Joder!- exclamó.

Me lanzó a la cama con tanta brusquedad que puedo jurar que escuché mi espalda tronar. Se subió sobre mí y me sujetó ambas muñecas con una mano, mientras que con su otra mano libre, me dio una bofetada.

Apretó el agarre de mis manos y fundió su boca con la mía, fue un beso salvaje, mordisqueaba mis labios cada vez que tenía oportunidad, podía sentir el sabor metálico en mi boca. Su mano libre comenzó a bajar por mi cuello y siguió bajando hasta acunar mis pechos, apretaba y moldeaba bruscamente, sentía cómo si en cualquier momento arrancaría un trozo de mi piel.

Su mano siguió bajando y levantó la falda del vestido, subió y, movió mis bragas. Mezcló sus dedos en mi interior y apretó mi clítoris, tocaba bruscamente, introdujo, sin sensibilidad alguna tres dedos en mi feminidad. Grité, no de placer, dolía, dolía mucho. Mientras me penetraba con sus dedos, bajó su boca por mi cuello. Paró.

¡Gracias a Dios!

Aunque, mi alivio no duró mucho, de un tirón rasgó mi vestido junto con mis bragas y, se desnudó.

Lo que pasó después es lo más doloroso, repugnante y humillante que me ha sucedido en la vida, él, Zayn Malik, me violó.


(…)


No puedo creerlo, ¿por qué me tiene que suceder todo esto a mí? Es jodidamente aterrador. En este momento estoy en la bañera, intentado eliminar todo rastro de Zayn Malik de mí, es humillante.

¿Qué mierda hice yo para merecer semejante tortura? Zayn Malik es la persona más repugnante del mundo. Mis ojos comenzaron a moverse alrededor del cuarto de baño, nada aquí, nada allá, ¡perfecto!

Me estiré y salí de la bañera, me dirigí al pequeño lavamanos y lo tomé, era un trozo de metal, un poco oxidado pero, serviría de algo. Lo observé por largos y los que parecieron eternos segundos. No era la primera vez que intentaría hacer esto, pero si, era una de las veces en las que más razón tenía para intentarlo.

Lo acerqué a mi brazo, a mi muñeca derecha, lo pasé a lo ancho de esta, el metal dejó una marca blanca, lo que significaba que tenía filo, bien. Lo acerqué de nuevo, solo que esta vez un poco más arriba, dónde unas hileras largas y azules conocidas como venas se notaban en mi piel. Coloqué aquel trozo sobre ellas, apreté, mi piel se notaba hundida en este momento, apreté más y, moví el metal. Dejó una profunda cortadura. Lancé un chillido de dolor y el metal cayó de mis manos, solo atiné a escuchar el estruendo que hizo al caer y chocar contra las baldosas. Después del metal, lo que cayó fue mi cuerpo.

La sangre no paraba de salir de la herida, no paraba. ¡Joder! ¿Qué mierda he hecho? Comencé a sentir mareos, los objetos a mi alrededor comenzaron a tornarse borrosos y entonces, cuando mi vista se tornaba negra, escuché como alguien abría la puerta.

- ¡Oh, mierda!- gritaba.


(…)


Mis ojos no daban paso a lo que veían, ella yacía en el suelo con un charco de sangre alrededor de su muñeca. ¿Qué ha hecho? ¿Qué he hecho? Corrí hacia dónde ella estaba y me dejé caer a su lado. La tomé en mis brazos, su rostro estaba más pálido de lo normal y su piel cada vez se tornaba más fría al tacto. Al tomarla e intentar levantarla, su cabeza se movió hacia atrás llevándose todo el peso con ella y haciéndonos a Elizabeth y a mí regresar al suelo.

Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro, estoy asustado maldita sea. La desesperación comenzó a llenarme, no tengo idea de que se hace en estos casos.

- ¡Ayuda! ¡Ayuda!- comencé a gritar, histérico.

Pasos se comenzaron a escuchar por las escaleras y la cara de sorpresa de John fue épica, aunque, no es momento de burlas. Corrió a mi lado, su rostro mostraba preocupación. Como si de una pluma se tratara tomó a Elizabeth del suelo y la levantó, me sentí celoso en ese momento, ella era mía.

Stella caminó hacia mí y me ayudó a levantarme.
- Tranquilo- me susurró.

Pero me era imposible permanecer tranquilo cuando Elizabeth estaba en peligro. Ella no puede morir, simplemente no puede. Si ella muere, una parte de mi muera también, o tal vez, yo muero junto con ella.




Mensaje secreto: “Has despertado en mi una parte que conocía o que al menos no esperaba volver a ver.”

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