jueves, 12 de septiembre de 2013

Prohibited- Capitulo 11

-Antes-

Elizabeth:


Salí de la habitación y, al divisar las escaleras me dispuse a bajarlas. El vestido es demasiado ajustado, ni siquiera puedo caminar sin sentir que se me sube hasta el culo. Al llegar a la planta baja puedo ver a las chicas con las que estaba ayer, antes de, de follar con Zayn. Pero, no son solo ellas, hay varias chicas más. Logro ver al tal John, muy sonriente y su sonrisa me perturba. A su lado, está Zayn, luce magníficamente guapo, pero, algo que llama mi atención es el par de chicas que tiene a ambos lados y a las cuales, les está tomando las manos.  Frunzo en ceño.

- Rápido linda- me indica John.

Paso por su lado y él pone su asquerosa mano en mi trasero, palmeándolo fuertemente, doy un saltito. Escucho como se ríe estrepitosamente y le susurra a Zayn: “Está buena”. ¡Joder!
Me coloco junto a una rubia oxigenada, no es por nada pero su piel es morena, muy morena y, el cabello rubio no le queda bien en lo absoluto. La chica me mira de pies a cabeza y ríe. ¿Pero qué carajos? ¿Qué no te has visto a ti misma? ¡Puta!

Llevo mi atención a Zayn, el cual, me está mirando atentamente. No puedo evitar ponerme nerviosa y por consecuente siento como mi rosto se tiñe de rojo, me he sonrojado.
Observo como John tomaba a una de las chicas que Zayn tenía de las manos, tomó a la rubia, para ser exacta y dejó a Zayn con una morena de ojos esmeralda y piernas de flamenco, John junto con la rubia dio unos cuantos pasos al frente, aclaró su garganta.

- Bueno perras-dijo- Se preguntarán que mierda sucede aquí, pero no soy yo quién les dará esa información sino Zayn.

Miro a Zayn y lo noto titubear ante la mención de su nombre, le da un notable apretón a la mano de la morena y ésta le sonríe, una sonrisa totalmente hermosa y fresa que me hace gruñir, ya hasta parezco perro.

- Bien- dice Zayn desde su lugar, pero John le indica que se acerque, él lo hace- Están acá porque quiero que conozcan a esta hermosa chica, su nombre es Stella y será su vigilante en turno por las noches.
La chica sonríe, y triunfante añade- Soy su novia.

Me quedo paralizada en mi lugar y siento como la sangre abandona mi rostro, hacía menos de veinticuatro horas que me había acostado con él y resulta que tiene novia, ¡Por Dios! Soy una cualquiera. Tantos años odiando a las chicas que se prestaban para que él chico engañara a su chica y ahora, yo soy una de ellas.

Y es que él es un misterio envuelto en sensualidad, protegido con cadenas de deseo y rematado con un afilado lazo de peligro. Es de ese tipo de chicos que, con tan solo verles a lo lejos sientes como tu corazón se acelera y tus ojos se mueven de manera automática a dónde él está y, cuando logras verle, no puedes apartar tu mirada. ¿Quién no se sentiría atraída por Zayn? Creo que, hasta las, lamentablemente, personas ciegas sentirían ese grado de atracción.

Pero, todo el mundo miente, sin excepciones.

Maldita sea, fui tan jodidamente estúpida, me doy vergüenza. Siento como mi vista se nubla, pero, no quiero llorar, tengo diecinueve años, no me quiero mostrar débil y mucho menos frente a ellos.

La morena de nombre Stella está prácticamente colgada del brazo de Zayn, veo como ellos se acercan y, sucede lo predecible, se besan. Escucho un bufido, dirijo mi vista hasta la dueña de este y la morena del cuarto; tiene el ceño fruncido y sus ojos lagrimean. Sale corriendo de la sala.

Quedo estupefacta en mi lugar aunque, mis piernas tiemblan y siento que en cualquier momento voy a caer. Pero, no tengo por qué sentirme así, él y yo no somos nada.

¿A quién engaño? Que no seamos nada no quiere decir que no pueda sentir nada. Y es que, no soy de piedra, también tengo sentimientos y en este momento me siento usada.

¿Quién me manda a ser tan malditamente ingenua?

- Así que chicas-interrumpe Zayn mis pensamientos- Quiero que la obedezcan, el pasado, pasado y ahora es el presente.

Me mira, lo miro, él sonríe, yo lo ignoro; él baja la cabeza, yo la mantengo el alto, él tiene novia, yo estoy dolida, él es un secuestrador y yo soy su víctima.

Y es que dos miradas y media sonrisa, y yo ya estaba enamorada. Todos los días él se arregla el cabello, ¿por qué no el corazón? Y es que cuando el corazón conoce por primera vez aquello que todos llaman amor, dejas de ser ese “tú” y comienzas a tener esos comportamientos extraños, esos estúpidos celos y comienzas a ser ese “yo”, el que tiene problemas y que se convierte en un idiota, pero, según me han dicho así es ser estar enamorada.

Y mí querido Zayn ha despertado en mí una parte que conocía o que al menos no esperaba volver a ver.

- A sus habitaciones- dice o más bien ordena Stella.

Todas obedecemos casi de una manera robótica, da miedo, asusta. Y acá es cuando me doy cuenta de que no hace falta conocer el peligro al que te expones para tener miedo, sino que, los peligros futuros, lo que no conoces, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

Siento como toman mi brazo, subo mi mirada y encuentro el rostro de Zayn, él está sonriendo.

- Espérame despierta-dice y me suelta.

Suelto un bufido, ¿pero quién se cree que es? ¿Cómo puede decirme esto después de anunciar que tiene novia? Pero no estoy frustrada por eso, sino porque sé que lo esperaré, sé que lo haré y maldita sea, en estos momentos es dónde no me agrada ser de las personas que no saben guardar mucho rencor.





Mensaje secreto: “Y mientras las almas son arrulladas por el deseo, los corazones son destrozados por el dolor y, los ojos son cegados por las mentiras”. 

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