jueves, 29 de agosto de 2013

Prohibited- Capitulo 8

Mi cuerpo temblaba mientras recorría la habitación con la mirada. Tengo miedo, no tengo idea de dónde estoy y, además, he escuchado unos gritos horribles del otro lado de la pared.
Me levanto cuidadosamente de la cama, una vez parada, aliso mi ropa con las manos; no sé qué sucede.

Estoy asustada, debo aceptarlo. Con un sigilo silencioso me acerco a la puerta por la que acaba de salir Zayn, tomo el pomo con sumo cuidado y lo giro.
Sorprendentemente, la puerta no chilla, no hace ruido alguno. Volteo a ambos lados, despejado.

Salgo del cuarto y, a unas cuantas puertas-cabe decir que hay demasiadas, son alrededor de doce- se escuchan unos cuantos cuchicheos. Mis pies automáticamente me llevan ahí.
Abro la puerta de golpe, por lo que, consigo, que varios o más bien, demasiados pares de ojos de centren en mi, todas son chicas.

-¿Eres la nueva?-no sé cuál de las chicas preguntó eso.
-¿Eh?-preguntó.
-¿Qué si eras la nueva?-repite.
-Amm…creo-digo.

Sus miradas se suavizan un poco, a excepción de la mirada de una, morena clara, ojos verdes, piernas largas, cintura de avispa y altura de rascacielos.

-Ven, siéntate-dice una pelinegra dejándome un poco de espacio en el suelo, dónde todas están sentadas.

Obedientemente, me acerco y tomo asiento.

-¿Cómo llegaste aquí?- pregunta una rubia.
- Ni yo misma lo sé.

Todas me miran extraño, sus miradas me intimidan, son extrañas, pero, es  todo, no sé cómo llegué aquí, ni tampoco sé dónde estoy. ¿No han pasado por situaciones en las que no saben dónde están, solo saben que desean  huir lo más pronto posible? Así estoy yo en este momento.

Las chicas comienzan una plática mientras estoy pensando, pero, no soporto los gritos, mi cabeza de vueltas, la chica rubia de mi derecha tienen un parloteo constante con su horrible voz chillonamente nasal, sus senos de silicona están a punto de dejar su blusa color rosa fucsia.

-Es que Jack es hermoso-dice la rubia.
-Manuel es muy bueno en la cama-responde una morena.
-¿Y a ti quién te trajo?

No capto que esa pregunta va para mí hasta que veo los montones de ojos apuntando a mi rostro.

Me aclaro nerviosamente la garganta, bajo la mirada y respondo.

-Zayn, Zayn Malik-digo nerviosa.
-Umh…ese nombre es caliente-dice la rubia.

-Sí, imagina gritar su nombre en la cama-responde la ojos verdes de mi derecha- Ah Zayn, si, más rápido, me corro, me corro, ZAYN!

Las chicas sueltan una estrepitosa risa y no puedo evitar seguirles el juego. Siento como el aire de mis pulmones se acaba y tomo una gran bocanada.

-Y, ¿cómo es?-me pregunta otra de ellas.
-¿Quién?-preguntó.
-¿Cómo que quién? Zayn!-me grita la rubia.
-Ah!-exclamo-Es alto, como de un metro con ochenta centímetros, morocho, ojos almendrados, cabellos negro y una voz, una voz jodidamente sensual.

Las chicas sonríen cómplices entre ellas pero luego noto como en cada uno de sus rostros se planta un interrongante.

-Jack es parecido-dice la rubia

-Joel también.

- Manuel es igual.

Y así van los comentarios hasta que se escucha el cerrojo de la puerta, las chicas se van callando poco a poco, ponen cada una, sus más resplandecientes sonrisas.  La puerta se abre.

-  Sam!
-Jack!
-Manuel!
-Will!
-Aston!
-Zack!
-Martin!
-Zayn?

Las chicas me miran mientras su confusión regresa, el rostro de Zayn se torna pálido y yo quedo con más dudas que antes.

Zayn está parado, parece una estatua, al parecer, ni siquiera es capaz de respirar, su mirada está fija en mis ojos, y la mía en los de él, las chicas están confusas, igual o más que yo, la misma morena de antes, me mira furiosa desde la esquina de la habitación.

Parece que alguien sacará un arma y nos matará a todas en cualquier momento, l tensión es terrible.
- ¿Qué significa esto? –pregunta la rubia.
- No te importa- dice Zayn, da media vuelta y se va.

Como siempre el huye, es un maldito cobarde. No que muy hombre, bien puede traerme acá, y por lo visto, bien pudo traer a todas estas chicas acá, pero, ¿no puede dar la cara?

¡Maldito desgraciado!

No han pasado ni dos minutos cuando Zayn entra de nuevo a la habitación y su cara no muestra precisamente felicidad.

- Van acá- me dice Zayn y me toma fuertemente por mi brazo izquierdo. Mi ceño se frunce y volteo a ver a las otras chicas que, sus rostros se muestran furiosos, claro, menos el de, nuevamente, aquella morena.

Zayn me saca de la habitación a jalones y me introduce en otra, la cual, está a obscuras. Me sienta en lo que creo que es una silla, y me ata las manos y pies a esta.

-Silencio guapa-me dice y después rosa nuestros labios- John hablará contigo.

Y sin más, de nuevo, sale de ahí dejándome sola y con dudas. Al parecer Zayn es experto en eso. 

domingo, 18 de agosto de 2013

Prohibited- Capitulo 7

-Antes-

Ambos

La tengo, ella ha subido al auto. Mike me deberá reconocer que este ha sido de mis mejores trabajos, he capturado a la victima el mismo día que la he conocido.

Nunca me imaginé que esto sería tan rápido, pero es mejor así, mejor antes que ganara confianza y se encariñara conmigo.

Va sentada al lado mío, su mirada va fija en la carretera, es hermosa, malditamente hermosa. 

Se remueve en el asiento del coche y se hace ovillo.

Sonrío.

Volteo a la carretera para seguir el viaje a la casa de los Malik. O bueno, la casa en dónde John y yo tenemos a las chicas. Hasta el momento, en la casa está viviendo cinco chicas, más Elizabeth, seis. Pero definitivamente, de todas ellas, la más hermosa es la chica que llevo en el auto.

Malditamente preciosa y con un cuerpo espectacular. Es vestido se le ha subido, dejando al descubierto sus bellas piernas, torneadas y brillantes.

Se ha quedado profundamente dormida.

Y todo porque está borracha, sino, en este momento estaríamos echando un buen polvo en el asiento trasero de este mismo coche.

El camino a la casa fue bastante molesto por una presión creciente entre mis piernas, el cierre de mis pantalones aprieta y molesta,  estoy casi seguro de que esto dejará marca, una grande y dolorosa marca.

Pero, joder!

Con tan solo verla estoy malditamente excitado.

Al llegar a casa, la bajé del coche con cuidado y la cargué en mis brazos. El frío viento pagaba en mi rostro conforma caminaba, su cabello se movía de un lado a otro ya que quedaba colgando de mis brazos.

La pequeña chica temblaba en mis brazos, hacía frío, bastante esta noche. Era como si las copas de los arboles se deslizaran entre tu cuerpo mientras el viento te tocaba de manera silenciosa, susurrándote al oído, diciéndote cosas que jamás creíste volver a oír.

Seguí en pequeño camino de rocas que me llevaba hasta la casa escondida entre los árboles, en ese gran y verde bosque.

Abrir la puerta de entrada me costó bastante trabajo, debo admitir.

Entré, las luces de la estancia y del salón principal aún estaban encendidas, seguro alguna de las chicas anda por aquí, cosa que no deberían.

Subí la interminable línea de escaleras hacía las habitaciones de nuestras “visitantes”, abrí la habitación asignada para ella, terminada desde hace ya algunos días, la deposité levemente en la gran cama, la cubrí con las ligeras sábanas y agregué un pequeño cobertor. La observé.

Se veía tan linda, tan pacifica y tan hermosa, ni yo mismo entiendo que es lo que me sucede en estos momentos, es simplemente ella, todo en ella lo que me hace sentir ese temblor de manos y esa profundidad en el estómago cada vez que está cerca.

Quité mis zapatos, mi chaqueta junto a mi camisa y mis pantalones, tal vez no tendría sexo con ella hoy, pero a menos tendré el placer de dormir con ella, de compartir cama, mañana le avisaría a John que ella ya está aquí.


(…)


Desperté aturdida, con un punzante dolor de cabeza y un terrible dolor de espalda. Di vuelta en la cama, aún sin abrir completamente los ojos y me tensé al sentir otro cuerpo a mi lado, me aparté deprisa, asustada, mientras abría mis ojos como platos.

Mis ojos tardaron bastante en adaptarse a la intensa luz que se filtraba por un enorme ventanal, dirigí mi mirada al masculino cuerpo a mi izquierda.

Zayn!

Era él y se veía completamente apetecible. ¿Qué estoy pensando? La resaca me está afectando.

Miles de preguntas se comenzaron a formular en mi cabeza, pero se desmoronaron al ver que aún tenía mi ropa puesta. Qué alivio!

Esas respuestas ya están más que claras, solo que ahora tengo otras dudas circulando por mi cabeza.

¿Dónde estoy?

Porque está claro que esta no es mi habitación.

¿Qué hago aquí?
¿Qué hago con Zayn en la cama?
¿Qué pasó ayer?

Veo mis alrededores analizando la habitación en la que ahora me encuentro, un color entre verde y azul llena las paredes por completo, frente a mí, hay un televisor, un enorme televisor, un closet y para terminar, las mesitas a los costados de la cama, las cuales tienen una lámpara cada una.

Es una habitación linda, espaciosa, bonita.

La cama se comienza a mover, Zayn está despertando; no puedo evitar ponerme nerviosa. Volteo a verlo, tiene los ojos entrecerrados mientras mira en techo, después dirige su mirada a mí y me da una amplia y hermosa sonrisa, no puedo evitar regresársela.

Se levanta de la cama y comienza a colocarse su ropa-antes en el suelo-de manera lenta, sin dejar de verme, hasta ese momento me doy cuenta de que él estaba en bóxers, unos muy ajustados bóxers.

Tomo aire, le sonrío igual que antes.

-¿Dónde estoy?-  le pregunto.

-No importa dónde estás, solo que no vas a salir de aquí por mucho tiempo-me contesta mientras sale de la habitación y se lleva mi sonrisa consigo.

¿Qué diablos está pasando?


(…)


No pude evitar sentirme mal, al ver como su hermosa sonrisa dejaba su rostro dejando paso a un ceño completamente fruncido y una cara de preocupación enorme.

Pero, ¿por qué me siento mal? Siempre soy yo el que secuestra a las chicas, siempre soy yo el que las envuelve, siempre soy yo el que les da la noticia, siempre soy yo el que les destroza el corazón.

Me dirigí directamente al despacho de John, no queriendo atrasar más la situación.
Al entrar, como siempre, él tenía a una chica en sus piernas y le acariciaba las piernas mientras la besaba, o más bien, mientras le comí la boca.

-John-dije seriamente, no tenía por qué inmutarme, ya estaba acostumbrado a escenas como estás todos los días, en cualquier lugar de la casa, a cualquier hora.

John, se sobresaltó, dejó los labios de la chica, me miró y le indico a la chica que saliera del despacho. Pero claro, como toda zorra, la chica antes de salir me guiño el ojo y me lanzó un beso.

Puta!

-¿Que te trae por aquí, Zayn?-me preguntó.

-La chica está aquí-

La sonrisa de John era resplandeciente en su rostro, estoy seguro de que yo debería estar así también pero sin saber muy bien porque sentía un extraño remordimiento en el pecho.

-Bien hecho-dijo él.

Asentí, me di media vuelta y salí de allí.


Algún día saldré de todo esto”-pensé.

jueves, 15 de agosto de 2013

Prohibited-Capitulo 6

-Después, consecuencias-

Ambos

Creo que nadie querría estar en el lugar dónde estoy ahora, por un lado, estoy enojada y dolida con él, me hizo daño, mucho, pero por otro lado lo quiero demasiado y sé que aunque tengo ganas de estrangularlo, no debo de revelar todo por un simple desliz.

Joder!

No puedo creer que aquella revelación me haya resultado tan dolorosa, ¿quién se lo imaginaría?

En estos instantes mi vida es una mierda, la mierda misma.

¿Por qué mis padres nunca me lo dijeron?

¿Por qué mantenerme la verdad oculta por tanto tiempo?

Y mira qué verdad ha resultado y me he enterado por mi primo, un primo del que no tenía idea que existía, bueno, ese “primo” me dijo demasiadas cosas, tantas que no esperaba, no tenía idea y me dejaron completamente confusa.

¡Cuidado imbécil!

Ese grito junto con una serie de pitidos de los cláxon’s de los coches me indica que debo salir de mis pensamientos y al hacerlo me doy cuenta de que me he quedado parada a media calle.

Pongo el coche en marcha, directo a la estación. Mis manos están sudorosas y todo mi cuerpo tiembla. Estoy malditamente nerviosa, tengo la tentación de confesar todo, librarme de toda esta mierda e irme lejos de aquí.

No se merecen que haga todo esto por ellos, me trataron como mierda y como la misma mierda me dejaron abandonada en plena carretera a mitad de la noche.
No me lo esperaba, al menos no de su parte, pero debí de haberlo visto venir, supongo que solo fui su diversión, su juguete al cual, como todo niño, dejó tirado después de aburrirse de usarlo.

Llegó a la estación y aparco el coche al lado de un de un lindo Ferrari rojo-si que a la gente le gusta gastar en coches, incluyéndome-Al entrar a la oficina, veo a los oficiales alzar sus cabezas en dirección a la puerta, indicando que los siga.

Sabía que era imposible, pero tenía la diminuta esperanza de que él estuviera aquí, de que me abrazara, me besara y me dijera que todo estaría bien, que no me preocupara, que todo esto era un error. Y que estaríamos juntos por siempre.

Pero que va, sé que eso es imposible, tal vez antes, tal vez pudo haber sido así antes, tal vez pudo haber sido así si no me hubiera enterado de la verdad y si les hubiera permitido seguir engañándome, seguir jugando sucio.

Sigo al oficial hasta un pequeño cuartito, las paredes están pintadas de tonos grises, una gran lámpara cuelga del centro del techo, dejando que su encandilante luz dé en la mesa que está debajo de ella. Hay dos sillas, una frente a la otra, separadas por la mesa.

-Toma asiento-me dice.

No sé por qué pero asiento con la cabeza y me siento en la pequeña silla de plástico blanco. Apoyo mis codos sobre la mesa, extiendo mis palmas y coloco mi rostro en ellas.
El oficial se sienta frente a mí y me mira directamente a los ojos. Me siento presionada, si, puedo mentir, pero también puedo decir la verdad.

No tengo razones para mentir, pero una parte de mi subconsciente me dice que debo hacerlo, no quiero que le hagan daño. Aunque él me haya votado como una vil basura, aunque yo no le importe y aunque tal vez él nunca que quiso; yo lo amo.

Y sí, tal vez soy una estúpida por creer que él alguna vez me amó, pero se sentía tan real, tan bonito, tan cegador.

Y sí, cegador, porque estaba cegada por tanta belleza, pero, bien dicen que noto es color de rosa, nada dura para siempre y que la verdad, por más que alguien se esfuerce por ocultarla, tarde o temprano sale a la luz.

Esto me hace recordar a la frase “Si amas algo, déjalo ir, si es tuyo volverá y si no es porque nunca lo fue” siempre he pensado que es una frase estúpida, dejar ir algo que amas es la mayor estupidez que puedes cometer en tu vida, pero en mi caso, yo no lo alejé, yo no lo dejé ir, no rogué una, ni dos, ni tampoco tres, rogué miles de veces que no me dejara, pero ya ven, se fue.

No tengo idea de en dónde pueda estar él ahora, si está lejos o cerca, si está bien o está mal, si vive o murió.

Esto último me hace estremecerme y el oficial no nota.

-¿Estás bien?- me pregunta sonando preocupado.

Solo atino a asentir con la cabeza, no puedo hablar, tengo un enorme nudo atorado en mi garganta, estoy segura de que mis ojos tienen lágrimas acumuladas, la mirada del oficial se suaviza, sus ojos se aclaran, estira su mano, y coloca una pequeña bolita de papel entre mis brazos.

Lo miro confusa y con la mirada me indica que vea.
Disimuladamente, saco mi cabeza de entre mis manos y tomo el papel, lo extiendo y abro.
Al leerlo, las lágrimas salen a montones de mis ojos, una enorme sonrisa se forma en mi rostro.

Estoy bien, no te preocupes. Te amo.”

Miro al oficial, estoy más confundida que nunca, le sonrío y todo está bien hasta que recuerdo la manera en la que él me trató, mi sonrisa se vuelve amarga y mi ceño se frunce, tomo el trozo de papel y lo rompo en muchos trocitos pequeños, después con mi palma los limpio de la mesa y caen directo al suelo.

Volteo hacía el oficial que ahora sé que no está aquí para interrogarme precisamente.

-¿Y qué?-pregunto.
-¿Qué de qué?-me regresa él.
-¿Qué mierda pretende?-estoy enojada, triste, frustrada, feliz, no sé, demasiadas emociones por hoy.
-¿Quién?-él muy maldito tiene una sonrisa en su rostro mientras me pregunta esto último.
-¿Cómo qué quién?-digo ya ofuscada- ¡De él!

El chico-antes oficial-me observa, sus ojos recorren cada milímetro de mi rostro, observándolo detalladamente, después su mirada regresa a mis ojos.

-Eres linda-dice, nada que ver con mi pregunta.

Suelto un suspiro lleno de frustración, niego con la cabeza mientras siento un par de lágrimas correr por mi rostro.

-No estoy para juegos-digo algo cortante.
-Yo tampoco-contesta.

Observo cómo se levanta de la silla, me mira una última vez, se da media vuelta y sale de la sala.

Subo mis piernas a la silla, doblándolas, mis rodillas quedan frente a mi rostro, coloco mis brazos sobre estás y escondo mi cara.

Las lágrimas comienzan a salir, así, sin más. Salen a montones, deslizándose por mis mejillas. Sorbo por la nariz y un sollozo ahogado se escapa de mis labios.

Mierda!

No debería sentirme así, saber que está bien debería haberme aliviado u poco, pero ese mensaje solo abrió heridas de nuevo, “Te amo”, que cosa más falsa, creo que ya es hora de que deje de inventar sus sentimientos y mentirme.

Lo único que hace es lastimarme, ya me utilizó, ya me destrozó y ¿quiere seguir haciéndolo? ¿Sí? Pues yo no.

Pudo engañarme por mucho tiempo, pero ya no más, he abierto mis ojos y no me dejaré vencer por nadie, y menos por él.

(…)

Vi como ella se hacía bolita en la silla, lo cual, me destrozó el corazón. La había dañado, pero, joder! Aún no podía asimilar la verdad, simplemente no podía.

Mi amigo, el oficial Parker, entró en la sala, la ventanilla polarizada situada en esta me permitía verla a ella, ver su agonía, sentir su dolor.

Pero nosotros no tenemos por qué pagar por esto, he estado alejada de ella por todos estos meses y me ha parecido una eternidad, así que no me imagino cómo sería una vida entera sin ella.

¿Y si ella no me perdona?

Ella debe entender que yo tampoco sabía, que también era una incógnita para mí. Pero la veo llorar, veo como su cuerpo se estremece con cada sollozo que suelta su boca, que la duda crece en mi cabeza.

-¿La has visto?-

La voz de Parker me saca de mis pensamientos y de mi detallada observación.

-Si-

No puedo evitar sonar cortante, me siento mal, malditamente mal. Ella es mi chica, mía, pero, ¿y si no me perdona? ¿y si conoce a otro y se enamora de él?

No me doy cuenta de que estoy mordiendo mi labio inferior hasta que siento el sabor metálico en mi boca.

Ella es mía, solo mía.


¿Quieren saber cómo llegamos hasta aquí? Vale, retomemos la historia desde dónde nos quedamos….

miércoles, 14 de agosto de 2013

Prohibited- Capitulo 5

-Antes-


Elizabeth


Haber, haber, recopilemos información acerca de cómo llegué a esto.

Llegué a la fiesta acompañada de Mike con mis pensamientos en interna revolución y me dirigí a la barra para tomar un trago. Me encontré con Zayn que en vez de notarse molesto-como yo pensé que estaría- me invitó a bailar, lo rechacé y subió al pequeño escenario a montar un espectáculo consiguiendo sacarme a bailar.

Ahora estoy con Zayn, abrazándome por la cintura mientras estoy bailando a espaldas a él.

Genial! 

Todo lo que pedí era un poco de paz y relajación y ahora estoy restregándome al cuerpo de Zayn y bien, estoy cómoda, o bueno, lo estaba hasta hace 15 segundos, antes de sentir algo duro presionar mi espalda baja.

Correcto, este es uno de los peores momentos de incomodidad por los que he pasado en mi vida y vaya que he pasado por montones.

Hace algunos años, cuando tenía, creo que quince años, estaba de novia con un chico, estábamos en casa de una amiga, y él me estaba tomando de la mano, ambos estabas sentados en un sillón doble. Resulta que, esas manos tomadas entre si se fueron moviendo, y moviendo y moviendo, hasta quedar sobre el miembro masculino, exacto, y para agregarle un poco más, el chico se éxito y tuvo que colocar un suéter que se acababa de sacar-estábamos en invierno-sobre nuestras manos, que estaban ahí, bueno, sobre su miembro.

No sabía cómo soltarme, si lo hacía rápido él se daría cuenta y no quería eso, pero al parecer Dios aceptó mis suplicas y mi madre apareció anunciando que era hora de irme a casa. 

Gracias mamá!

Ese día mi madre me salvó de uno se los momentos más incómodos.

Pero bueno, no quiero irme del tema, en fin, el miembro de Zayn está apretando contra mi espalda, o bueno estaba, ya que Zayn me giró haciendo que tanto su rostro como el mío quedaran frente a frente, a escasos centímetros de distancia.

La mirada de Mike permanecía sobre mí desde que llegué a la mini-pista con Zayn, aún  no puedo terminarlo, quiero hacerlo, pero no he encontrado e momento adecuado, además de que no he hablado con él en toda la noche.

Si ya no saliera con Mike, estoy segura que en este momento me encontraría besando los carnosos y apetitosos labios que tengo frente a mí, pero ahora no puedo hacerlo, por más tentada que esté a hacerlo, y aunque en mis pensamientos ya no tengo novio, aún no he terminado con Mike.

Tengo valores, nunca he engañada a Mike y aunque ahora esté por terminar nuestra relación, no voy a hacerlo. Tengo respeto por la situación, así que lo mejor es alejarme de Zayn, terminar con Mike y si vuelvo a estar en una situación parecida con Zayn, ahí sí lo aprovecharé.

Salgo del agarre de Zayn con un poco de dificultad cuando logro separarme veo la mirada de confusión en sus ojos, me doy media vuelta y sin mirar atrás camino hacia donde está Mike, quién me sonríe.

Una vez que he llegado me digno a mirar hacia Zayn quién sigue parado en medio de la pista con sus brazos a los costados, su mirada antes de confusión ha sido terriblemente sustituida por una plena mirada de furia.

Sus manos están en puños, los cuales están ejerciendo una presión enorme, las venas parecen querer salir de sus tatuados brazos, desde donde estoy puedo notar sus nudillos blancos. Tanta es la ira que en el lado izquierdo de su cuello se nota una enorme vena.

La gente a nuestro alrededor tiene los ojos abiertos como platos, claro, estaban como espectadores esperando el “beso de amor”. Como Zayn había hecho todo ese show por mí, claro, tenía que haber un maldito beso y se han impresionado al ver que lo he dejado parado en medio de la pista para irme con otro, pero lo que no saben es que ese otro es mi verdadero novio y no el que ellos piensan.

Aunque tal vez, solo tal vez si hubiera conocido a Zayn antes que a Mike, Zayn sería mi novio en estos momentos y no estaría con mi cabeza hecha un completo y desastroso lío, aunque, ¿Qué lío no es desastroso?

Joder!

No puedo resistir mucho más tiempo mirándolo, verdaderamente me duele un poco, soy una chica tonta, ya que él es casi un completo desconocido, lo acabo de conocer hoy.

Pero tampoco puedo negar que siento una terrible atracción por él, es como su fuera un imán que me jala hacia dónde él esté, no quiero perderle de vista, quiero estar con él, quiero sentir sus brazos envolverme en un abrazo fuerte, quiero sentir sus labios acoplarse con los míos, quiero sentirlo.

Y estoy consciente de que si quiero todo eso tengo que terminar con la única cosa que me impide tenerlo, y ese alguien en Mike, mi novio, que en unos momentos pasará a ser mi ex novio.

Tal vez suene cruel tomarse un tema tan a la ligera, pero, ¿qué más puedo hacer? No se puede luchar en contra de los sentimientos, tu no eliges a quien querer, llega solo.

Ese sentimiento aparece de la nada y con la persona que menos lo esperas, pero las cosas son así y no van a cambiar solo porque tu lo quieres, así que solo queda resignarse y vivir con ello.

Miro a Mike a los ojos, es un chico muy guapo, tiene un buen corazón (o eso creo) y podrá encontrar a una chica que lo quiera de verdad, lamentablemente esa chica no soy yo, tal vez si lo quise en su momento, pero ese sentimiento ya no está más, desapareció, lo quiero sí, pero no lo amo, creía hacerlo pero ya veo que no era así.

Solo estaba cegada por la belleza del momento, estaba cegada por la seguridad repentina que sentía cuando estaba con él, se acabó todo eso. Tengo que terminar con él, no puedo seguir engañándolo pretendiendo que lo amo.

Sé qué lugar menos indicado para terminar con alguien es una fiesta, pero en este momento tengo valentía, y no quiero que se vaya, así que es ahora o nunca.

Le hago un gesto a Mike con la cabeza, el me comprende, le tomo la mano y lo llevo lejos del grupo de amigos en el que estábamos.

Al llegar a un lugar separado de la multitud, suelto su mano y tomo una gran bocanada de aire que dejo salir profundamente a los segundos en un gran y vaya grande suspiro.

Mike está mirándome intrigado, sus brillantes ojos están sobre mí, indagando, buscando, queriendo encontrar la respuesta al por qué está aquí, queriendo saber qué sucede.

Oh Dios Mío!

Esto es más difícil de lo que imaginé, no puedo hacerlo, no puedo, es demasiado. Pero sé que debo, ya no lo amo como pensaba que lo hacía, debo hacerlo, ¡joder! Debo hacerlo.

-Mike…-comienzo, alargando la letra “E” del final de su nombre.
-¿Qué ocurre?- me pregunta.
Sus ojos están llenos de duda y contemplan mi rostro queriendo una respuesta, debo decírselo ya.
-Vaya que esto es difícil de decir-digo dándole más vueltas al asunto.
-¿Quieres terminar conmigo?-me pregunta.
Enseguida abro lo ojos como platos, acaso, ¿soy tan obvia?
-Ammm….bueno-digo, ¡mierda! No sé qué decir.

¡Claro que sabes! -me recrimina mi conciencia- ¡Termina con él de una maldita vez!

-Sí, quiero terminar-digo tomando todo el valor posible.
-Pues vas a seguir queriendo-me contesta.

Espera, ¿¡QUÉ!?

-¿Cómo?
-Lo que acabas de escuchar-me dice aumentado mi nivel de desconcierto.- Mira, te he visto con ese Malik, y créeme, que si engarme no te fue suficiente, ¿¡Todavía quieres que le deje el camino libre al bastardo ese!?
-¿¡Qué diablos estás diciendo!?
Estoy diciendo que eres una maldita zorra calienta braguetas!- me escupe así, sin más- Eso estoy diciendo.

Tan pronto como dice eso mi mano se estampa contra su mejilla derecha tan fuerte que hasta a mí me dolió el golpe. Creo que fue estruendoso, porque media sala se volea a vernos.
-¡A mí me respetas maldito infeliz!- digo furiosa- Y sí, he terminada contigo, y ¿sabes? Qué bueno que lo hecho, de lo que me librado.

Doy media vuelta y lo dejo ahí parado.
Creo que se me ha hecho costumbre dejar a las personas paradas en medio de una multitud, es la segunda vez que lo hago e menos de dos horas, record.

Me voy de regreso a la barra, que, gracias dios es libre así que veo el momento perfecto. Pido, tomo.

Uno!
No esperaba que Mike reaccionara así.

Dos!
No he visto a Zayn.

Tres!
Mike ha desaparecido. 

Cuatro!
Un extraño me invita a bailar. Acepto.

Cinco!
Siento que me tocan el culo y me alejo.

Seis!
Veo a Zayn besando a una chica y siento que mi corazón se achica y una lágrima comienza a deslizarse por mi mejilla, después viene otra y luego otra y después salen muchas.

Siete!
Estoy mareada aunque aún sé lo que hago.

Ocho!
Me está pegando fuerte la borrachera.  Me subo a una mesa y comienza en show.

Nueve!
No sé qué mierda estoy haciendo, me tambaleo en todos lados, vomito sobre el suelo, sobre la mesa y en lavabo.

Diez!
No sé cuantos tragos siguieron después de este. Solo sé que no puedo caminar sin tropezar, que la cabeza me duele y que estoy hecha un desastre.

Salgo de la casa de Sarah-a la cual no vi en toda la fiesta- y comienzo a caminar por la acera. Mis tacones están en mis manos desde hace ya cuatro tragos.

La calle está fría y obscura, el viento sopla mi cabello despendolo aún más, creo que si alguien de la serie “Fashion Police” me viera, me marcarían como ilegal.

No me siento mejor que como me veo, de hecho, me siento jodidamente más mal. Una luz ilumina mi espalda y escucho como unas ruedas raspan la grava de la calle. Lo que supongo que es auto me está siguiendo, iguala su andar al mío, y la ventanilla del conductor se baja dejando ver un lindo perfil. Zayn.

-¿Te llevo?-me pregunta.

Lo ignoro y sigo mi camino. Estoy enojada y sé que no debería de estarlo ya que él y yo no somos nada pero eso no evita que me sienta mal. Al parecer a él no le importa que lo ignore porque me sigue.

-Anda sube, vas a morirte de frío-me dice.
-Déjame Zayn.
-Ah, ¿así que si escuchas?-me pregunta burlón.
No puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro.
-Ves, te has reído-me dice sonriendo-Anda, sube.
Quise ignorarlo, realmente quise, pero no pude y subí al auto.

No sabía lo que me esperaba, no sabía a dónde me llevaría realmente, no tenía idea de lo que sucedería por mi decisión, hoy solo sé que: No debí subir al auto de Zayn Malik.