martes, 13 de agosto de 2013

Prohibited- Capitulo 4

-Antes-

Zayn


Llegué a la fiesta de Sarah, debo aceptar que el coraje se estaba expandiendo por todo mi cuerpo. La niñita de papi me ha dejado prácticamente plantado, pero claro está que eso no impedirá que me divierta, claro que no.

Soy Zayn Malk bebés y estoy más que listo para esto.
Al entrar el ruido es tan fuerte que temo quedarme sin sentido de la audición después de  esto, además sumados a esto los gritos despavoridos de las personas creo que no saldré con un buen oído después de todo.

El olor a sudor, cigarro y alcohol inunda mis fosas nasales, estoy tan acostumbrado a esto como a ir al baño, no es una muy buena comparación pero se entiende.
Me dirijo directamente a la barra, se ven distintos tipos de licores, me acerco al barman y pido mi trago de siempre, tequila.

Tengo una preferencia -por no decir obsesión- por esa bebida, siempre que salgo tomo lo mismo, soy un poco predecible.

Hay un par de cosas que no me he tomado el honor de contar y creo que debo hacerlo ahora porque acabo de sensibilizar mi vista y detecté a Camille, la dulce e inocente Camille Lewis.
Ella fue una de mis chicas, una de las chicas que secuestré, digamos que entré a su pequeña vida por medio de su padre, tuve que hacerme pasar por un maestro particular de francés, su adorable hija-como me habían informado-iba muy mal en esa materia y bueno, quién mejor que yo para darle a su linda hija unas cuantas lecciones.

La chica se reunía conmigo tres días a la semana en un su dulce hogar-nótese el sarcasmo- y las clases eran de lo más aburrida, la chica era algo recatada. En aquel tiempo-hablo de alrededor de dos años-yo era algo novato en estas cosas, era joven, demasiado tal vez, pero se logra mentir fácil a una familia ingenua

La rapté una noche en la que sus padres no estaban y bueno, estuvo tres meses con nosotros, pero John la dejó libre. Recuerdo que en esa ocasión me llamaba Sam Mosén, no podía poner en riesgo mi identidad según había dicho John.

Me extrañó mucho que John la dejara ir, ya que bueno, no pidió ni siquiera rescate, solo dijo “Ella no es, se va”  verdaderamente, eso me intriga, John siempre hace lo mismo, y lo más curioso es que las chicas a las que hemos secuestrado tienen cosas en común, o se llaman Katherine o se apellidan Lewis; siempre es igual.

Es extraño, y lo que me sorprende aún más es que ahora John cambió su variedad-si se le puede llamar así-de chicas. Ahora ya no es Katherine, ni se apellida Lewis tampoco, ahora es Elizabeth y se apellida Johnson.

La pequeña señorita Johnson. Con esos ojos enormes y brillantes que te dejan ver su mundo, su interior, su alma. La pequeña y respingona nariz que enmarca su pequeño y ovalado rostro; sus rosados labios que te invitan a perderte en la tentación se probarlos. Toda ella, la tentación andante.

Pero es mi próxima víctima, mi próxima rehén, pero como dije, mía.

¿Quién dice que no puedo aprovechar el tiempo que ella pasa en la casa Malik? ¿Quién dice que no puedo divertirme un rato? ¿Quién me impide el placer de hundirme en ese precioso cuerpo, de tocar esa piel cremosa, el hacerla mía? ¿Quién lo impide? Nadie.

Y entonces la veo, la veo entrar por esa puerta acompañada por ese idiota de cabellos rubios, de ese idiota hijo de papi. Del idiota de su novio.

Ugh!

La palabra tiene un sabor agrio hasta en mis pensamientos. El imaginarme a él con el poder de reclamarla suya es simplemente enfermizo.

Vale Zayn, ¿qué mierda estás pensando? Creo que solamente lo que se me viene a la cabeza al observar esas largas piernas en aquel lindo y pequeño vestido rosa. El hecho de ver esos ojos maquillados y enmarcados con sus largas y generosas pestañas; el hecho de tenerla en mi campo de visión, eso, lo que todo eso me provoca, eso estoy pensando.

Pequeña y delicada barbie, insegura, hermosa y reina de las tentaciones. Con tan solo observar su pequeño rostro puedes darte cuenta de que ella no está cómodo aquí, de que si por ella fuera saldría corriendo por la misma puerta por la que ha entrado.

Tiene una manera de caminar hipnotizantes, sus piernas de mueven una frente a la otra y ella maneja muy bien el traer esos altísimos zapatos de tacón que más que zapatos parecen zancos de esos que usan el los circos, pero en ella lucen geniales.

No sé porque aparenta tener la palabra insegura tatuada en la frente, es que acaso no se da cuenta de todas las miradas que capta al atravesar la puerta.

Su bello rostro no le es suficiente, acaso? Ella es de las pocas chicas que no necesitan kilos y más quilos de maquillaje para pretender verse hermosas, ella es hermosa así, al natural, ser solo como es, eso es más que suficiente.

Al parecer no soy el único que puede notar todas esas cualidad ya que algunos-la mayoría-rostros están girados a su dirección, tanto masculinos expresando su lujuria y deseo, como femeninos mostrando su envidia y disconformidad.

Al parecer todos están conscientes de la belleza andante que es esa chica y de las grandes cualidades que posee, y o lo digo específicamente por las dos más resaltantes que sobresalen de su cuerpo, no, sino toda ella en general.

Todos en la casa, o cualquier persona que la mire puede apreciar esa belleza ambulante, todos menos ella.

Vi como se acercaba a paso lento hacia la barra después de decirle algo a su noviecito, puede notar sus grandes ojos angustiados, como si buscara una escapatoria. Al llegar se sentó dos puestos a mi derecha y sin percatarse de que yo me encontraba ahí pidió un vodka, vaya nenita me ha salido.

Su despampanante sonrisa no está presente esta noche, no es que la conozca desde hace años-aunque siento como si fuera así-pero la enorme sonrisa presente es un rostro es un símbolo casi característico de ella.

Agitó su cabello hacía un lado inundando mis fosas nasales de un magnifico olor a coco, incomodándome gravemente. Las ganas de acercarme a ella y besarla no disminuyeron anda con la agitada de cabello, es más, aumentaron considerablemente.

Si tan solo ella pudiera ver por solo un momento todo lo que yo he visto este día, si tan solo ella se diera cuenta de la belleza deslumbrante que ella representa.

Tiene su codo izquierdo apoyado en la barra y su cabeza es sostenida por su delicada y delgada mano. Lleva el vaso a sus labios y toma; al momento en el que ella relame sus labios, una voz grave sale di mi garganta dirigiéndose a ella.

¿Así que la pequeña ha decidido venir?-pregunté.
- Pues me ves aquí no?- contentó. 

Vale, estaba cargada y no tengo idea del por qué.

- Vale, yo solo preguntaba- le dije haciendo una mueca burlona y levantando mis brazos con las palmas de mis manos hacia arriba.
- Perdón-dijo ella bajando su mirada-  Pero no estoy de humor.

Vale, eso de que no está de humor lo noté desde que me volteó a ver, tiene una cara de los mil demonios. Si esto fuera una caricatura estoy seguro de que de sus orejas ya estaría saliendo humo y su cara estaría a punto de explotar.

Pero no me jodas, ¿Qué diablos les pasa a las chicas? Tienen esos horribles cambios de humor cada cinco segundos que no sabes ni que decirles por miedo a que te corten el pene.
Es una chica hermosa, pero si se niega a sonreír, ¿cómo quiere que los demás lo noten?
Claro que tengo razón para desearla tanto, ella es hermosa, cualquier hombre que esté en sus cinco sentidos la desearía tanto como yo.

Joder!

- Entonces, para hacer que esté de humor, quieres bailar?-pregunté amablemente.

Pude notar como una sombra inundaba sus  redondos ojos, una sombra de indecisión, pero ella debería saber que esto no está mal, solo vamos a bailar, y si, aunque quiero hacer mucho más que bailar con ella, sé que no puedo, no aún.

-No creo-dijo ella titubeante.
-Por qué?
-No es correcto- me responde.

Hay nena!

Ella puede venir, no sé porque se niega, claro que es correcto, ella se ha equivocado diciendo que no lo es. No sé porque ella es tan tímida si posee tremenda belleza, como tampoco sé porque me esquiva la mirada cada vez que le veo a los ojos.

-Está bien, entonces espera-le digo.

Le demostraré que está equivocada, que yo tengo la razón y que bailar conmigo no es para nada incorrecto. 

Me doy media vuelta dejándola con una mirada confusa en los ojos mientras me dirijo al pequeño “escenario” montado en la casa. Camino entra la sudorosa multitud rozando con los húmedos cuerpos y los diferentes olores entran por mis fosas nasales.

Al llegar, me dirijo hasta el DJ, le pido su puesto y un micrófono, si señoras y señores, el DJ Malik ha llegado.

Comienzo con una serie de mezclas que dejos grabadas y preparadas para lo siguiente que haré, daré un pequeño mensaje, por primera vez en toda mi vida haré toda esta mierda por una chica.

Desde aquí logro ver como sigue sentada en uno de los altos taburetes del mini-bar, tiene el ceño fruncido y una mueca en los labios. Sonrío burlesco, aunque sale una sonrisa torcida logro enviar el mensaje deseado.

-Mjm-intentado aclarar mi garganta e intentando que las personas me presten atención.
Al lograr mi propósito, estoy dispuesto a comenzar.

-Bien, amm…estoy aquí porque conocí a una chica hoy, ella es como, hermosa. Esa chica está aquí hoy-digo mirándola disimuladamente por el rabillo del ojo- Y le he pedido bailar, pero ella me ha rechazado. Así que, ¿qué opinan ustedes?  ¿Ella debería bailar conmigo verdad?

La pequeña multitud se mira entre sí con expresiones confusas, hasta que una voz los saca de su gran-nótese el sarcasmo-dilema.

“Yo digo que acepte”

Los presentes asienten con la cabeza y comienza la discusión.

“Yo digo lo mismo”

“¿Y si mejor bailas conmigo?”

“¡Que acepte!”

“Pues si has hecho esto por un baile, ¿qué harás por una pedida de matrimonio?”

Me río con esta última y así siguen las interminables opiniones hasta que decido poner intermediario.

-Entonces que dices-pregunto dirigiéndome a Elizabeth-¿Bailas?  

Distingo como baja la cabeza avergonzada, lo cual me hace sonreír, ella es muy tierna en ocasiones, al levantarla me sonríe y se encoge de hombros.

Sonrío.

Bajo del escenario y le doy “play” a la mezcla que he dejado grabada (claro está que yo tenía que seleccionar las canciones para mi juego de seducción). Camino hacia ella sin importarme la mirada de Mike en mí.

Jodido tío iluso!

Tomo la mano de la chica y la dirijo a la pista de baile. Sonrió un poco al ver su rostro completamente rojo.

- ¿Qué ocurre? –pregunto con una mueca inocente en el rostro.

Sé muy bien por qué está así, sé muy bien que es mi culpa.

Ella me mira, su mirada refleja un “No te hagas el tonto, sabes muy bien que esto es tu culpa por haber hecho todo eso”. Bueno, no dice eso exactamente, una mirada no puede decir todo eso, pero si quiere decir que me está culpando a mí por su sonrojo.


-Ya vale, tranquila, tu solo baila-digo tomándola de la cintura y meciendo sus caderas mientras esta larga noche da comienzo.   

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