Mi cuerpo temblaba mientras recorría la habitación con la
mirada. Tengo miedo, no tengo idea de dónde estoy y, además, he escuchado unos
gritos horribles del otro lado de la pared.
Me levanto cuidadosamente de la cama, una vez parada,
aliso mi ropa con las manos; no sé qué sucede.
Estoy asustada, debo aceptarlo. Con un sigilo silencioso
me acerco a la puerta por la que acaba de salir Zayn, tomo el pomo con sumo
cuidado y lo giro.
Sorprendentemente, la puerta no chilla, no hace ruido
alguno. Volteo a ambos lados, despejado.
Salgo del cuarto y, a unas cuantas puertas-cabe decir que
hay demasiadas, son alrededor de doce- se escuchan unos cuantos cuchicheos. Mis
pies automáticamente me llevan ahí.
Abro la puerta de golpe, por lo que, consigo, que varios
o más bien, demasiados pares de ojos de centren en mi, todas son chicas.
-¿Eres la nueva?-no sé cuál de las chicas preguntó eso.
-¿Eh?-preguntó.
-¿Qué si eras la nueva?-repite.
-Amm…creo-digo.
Sus miradas se suavizan un poco, a excepción de la mirada
de una, morena clara, ojos verdes, piernas largas, cintura de avispa y altura
de rascacielos.
-Ven, siéntate-dice una pelinegra dejándome un poco de
espacio en el suelo, dónde todas están sentadas.
Obedientemente, me acerco y tomo asiento.
-¿Cómo llegaste aquí?- pregunta una rubia.
- Ni yo misma lo sé.
Todas me miran extraño, sus miradas me intimidan, son extrañas,
pero, es todo, no sé cómo llegué aquí,
ni tampoco sé dónde estoy. ¿No han pasado por situaciones en las que no saben dónde
están, solo saben que desean huir lo más
pronto posible? Así estoy yo en este momento.
Las chicas comienzan una plática mientras estoy pensando,
pero, no soporto los gritos, mi cabeza de vueltas, la chica rubia de mi derecha
tienen un parloteo constante con su horrible voz chillonamente nasal, sus senos
de silicona están a punto de dejar su blusa color rosa fucsia.
-Es que Jack es
hermoso-dice la rubia.
-Manuel es muy
bueno en la cama-responde una morena.
-¿Y
a ti quién te trajo?
No capto que esa pregunta va para mí hasta que veo los
montones de ojos apuntando a mi rostro.
Me aclaro nerviosamente la garganta, bajo la mirada y
respondo.
-Zayn, Zayn Malik-digo
nerviosa.
-Umh…ese nombre es
caliente-dice la rubia.
-Sí, imagina gritar
su nombre en la cama-responde la ojos verdes de mi derecha- Ah Zayn, si, más rápido, me corro, me corro,
ZAYN!
Las chicas sueltan una estrepitosa risa y no puedo evitar
seguirles el juego. Siento como el aire de mis pulmones se acaba y tomo una
gran bocanada.
-Y, ¿cómo es?-me
pregunta otra de ellas.
-¿Quién?-preguntó.
-¿Cómo que quién?
Zayn!-me grita la rubia.
-Ah!-exclamo-Es alto, como de un metro con ochenta
centímetros, morocho, ojos almendrados, cabellos negro y una voz, una voz
jodidamente sensual.
Las chicas sonríen cómplices entre ellas pero luego noto
como en cada uno de sus rostros se planta un interrongante.
-Jack es parecido-dice
la rubia
-Joel también.
-
Manuel es igual.
Y así van los comentarios hasta que se escucha el cerrojo
de la puerta, las chicas se van callando poco a poco, ponen cada una, sus más
resplandecientes sonrisas. La puerta se
abre.
- Sam!
-Jack!
-Manuel!
-Will!
-Aston!
-Zack!
-Martin!
-Zayn?
Las chicas me miran mientras su confusión regresa, el
rostro de Zayn se torna pálido y yo quedo con más dudas que antes.
Zayn está parado, parece una estatua, al parecer, ni
siquiera es capaz de respirar, su mirada está fija en mis ojos, y la mía en los
de él, las chicas están confusas, igual o más que yo, la misma morena de antes,
me mira furiosa desde la esquina de la habitación.
Parece que alguien sacará un arma y nos matará a todas en
cualquier momento, l tensión es terrible.
- ¿Qué significa esto? –pregunta la rubia.
- No te importa- dice Zayn, da media vuelta y se va.
Como siempre el huye, es un maldito cobarde. No que muy
hombre, bien puede traerme acá, y por lo visto, bien pudo traer a todas estas
chicas acá, pero, ¿no puede dar la cara?
¡Maldito desgraciado!
No han pasado ni dos minutos cuando Zayn entra de nuevo a
la habitación y su cara no muestra precisamente felicidad.
- Van acá- me dice Zayn y me toma fuertemente por mi
brazo izquierdo. Mi ceño se frunce y volteo a ver a las otras chicas que, sus
rostros se muestran furiosos, claro, menos el de, nuevamente, aquella morena.
Zayn me saca de la habitación a jalones y me introduce en
otra, la cual, está a obscuras. Me sienta en lo que creo que es una silla, y me
ata las manos y pies a esta.
-Silencio guapa-me dice y después rosa nuestros labios-
John hablará contigo.
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