-Antes-
Maldita sea el día en el que Ennis decidió aparecerse en
nuestras vidas. Maldito sea en día en el que toda esta mafia extraterrestre
comenzó. Jodida vida que tengo, si es que se le puede llamar vida a toda esta
mierda.
Tengo el cuerpo de Amy entre mis brazos y, realizar una
curación es imposible ya que, ella no está lastimada. Ennis. Ella le robó la
mayor parte de su energía humana. Y, cuando los humanos son víctimas de una “posesión” en muy difícil que sobrevivan
una vez que el ser que los poseyó abandone su cuerpo.
Es como si el ser, en este caso un ser de Luz, se hubiera
llevado una parte de su alma. Se llevó su esencia.
La amatista me permite la curación, siempre y cuando el
ser esté herido físicamente. En este caso, es imposible. Por lo tanto, creo que
sucederá. Amy no hizo nada malo. Solo es una humana. Pero por culpa de Ennis.
Morirá.
Su pulso se detuvo indicando que ya era el momento. Dejé
su cuerpo en el frío suelo de la habitación. Su aura se había extinguido y, era
mi turno. Con el poder de la amatista, junté mis manos sobre su pecho, mi
amatista comenzó a arder, el cuerpo de Amy comenzó a elevarse, luz
violeta-blanquecina comenzó a desprenderse de todo su alrededor y, después, el
cuerpo desapareció.
Me levanté del suelo sacudiendo mis manos en mis
vaqueros. Suspiré. Y me pasé las manos por el cabello, por el rostro. Qué
manera de joder un rato de sexo. Nadie quiere coger con un cuerpo inerte y
ahora, ni existe. Amy fue borrada de las mentes de todos los humanos en el
momento en el que Ennis entró a su cuerpo.
Así funcionan las cosas de este lado.
La mierda de ser un jodido tipo extraño extraterrestre-
si se me puede llamar así porque, sé que no lo soy, mi familia estaba vinculada
con Satanás, por eso somos de las sombras, los oscuros, mientras que los seres
de luz y todos sus derivados pertenecen al Creador- es que para joder más las
cosas John comenzó su maldita y bien jodida mafia, sumándonos a la policía de
los putos países en nuestra contra.
Genial forma de mantener todo el lío de nuestra
existencia en secreto, John- nótese mi sarcasmo- Poniendo a medio mundo a
investigarnos. Sé que un día de estos todo se joderá y nos joderemos. Ninguna
cosa es eterna. Ni siquiera nosotros.
Lo más extraño es que se nos haya asignado nuestra
humanidad, el poder o más bien el derecho de sentir, pero esto solo lo jode
más. Estoy jodidamente enamorado de esa chiquilla de nombre Elizabeth, de esa
pequeña que me tiene hasta la madre con tantas cosas. La humanidad es la mayor
debilidad de un ser “extraterrestre”, nos impide hacer muchas cosas. Nos jode.
Tener la que muchos llaman “dicha” de sentir es un asco que solo llega para
arruinarte tus planes, que solo llega para arruinarte la vida hacerte hacer mierda por esas personas que
quieres, y me tocó tenerla.
La humanidad de John está apagada, se apagó después de
Ennis pero, estoy seguro de que si John vuelve a verla su interruptor de
humanidad de encenderá de nuevo; porque no importa lo fácil que es apagarla,
siempre encuentra la manera de volver.
Y ahora estoy jodido, Johnson, Elizabeth Johnson me
jodió, no necesitaba algo más de que preocuparme pero, ahora la tengo a ella. A
esa pequeña, sé que ella no tiene la culpa pero, su abuela mató a la mía. Eran
hermanas y Katherine, la abuela de Elizabeth asesinó a la mía por celos. Me es
inevitable sentir este coraje, esta frustración, ¡maldita humanidad!
Salgo de la habitación dando un fuerte portazo, pongo mis
manos en mi boca, tapándola y, doy un grito, deshaciéndome de toda la frustración
que tenía contenida. Voy a la sala de estar-donde se encuentra Sam- y me dejo
caer en un sofá vacío.
- ¿Qué ocurrió?-
me pregunta Sam, de todos los que están ahí es la única que sabe que soy una
especie de extraterrestre.
- Luz, Ennis-
le digo y es que, debo cuidar mis palabras, aunque los otros chicos estén
drogados hasta la madre no puedo arriesgarme.
Los ojos de Sam se abren como platos y su mandíbula cae
abierta, tapa su boca con sus manos.
-
Mierda- dice, apenas logro entenderle.
-
Ajá-
Me pasa otro cigarro y le doy una profunda calada,
necesito liberarme del jodido estrés y Ennis solo arruinó mi ración de sexo
curativo. Dejo caer mis hombros hacia atrás y recuesto mi cabeza en el respaldo
del sillón. El humo sale de mi boca y suspiro.
Me pongo a pensar y, a mi mente vienen esas dos palabras,
esas que tienen un solo significado y que, van directamente para ella. Estoy
fuera de mí, sin palabras, llego a la conclusión de que haría todo por ella,
porque, la amo. Mis refuerzos se están rompiendo, es más de lo que puedo
soportar, dejé caer la barrera entre el trabajo y el amor.
Dejo el cigarro en la mesa de centro, dentro del
cenicero; estoy dispuesto. Salgo de la casa dejando a Sam con la palabra en la
boca, se lo diré, ahora sí, estoy decidido.
Mensaje
secreto: Tus
palabras son las mías.
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